La Copa América es uno de los torneos futbolísticos más antiguos del mundo. Con sede en América Latina, se celebra desde hace 103 años para reunir a los latinoamericanos – y también, numerosos visitantes del mundo entero- en un rito de pasión, goles, adrenalina y hermandad.
Días atrás, la CONMEBOL (Confederación Sudamericana de Fútbol) confirmó que el emblemático torneo se realizará entre los meses de junio y julio de 2020 y tendrá una doble sede, conformada por los países Argentina y Colombia. Participarán en el torneo 12 selecciones y los partidos serán divididos de forma equitativa entre ambos países.
Las sedes elegidas para el evento aún deben enviar a la CONMEBOL el proyecto de organización de la Copa América 2020, pero ya es una certeza que los estadios de fútbol más importantes de cada uno de estos países podría ser protagonista de distintos partidos.
Argentina cuenta con estadios como el Monumental (Club Atlético River Plate), la Bombonera (Club Atlético Boca Juniors), Estadio Ciudad de La Plata –que es el primer estadio techado de Sudamérica- , Estadio Pedro Bidegain (Club Atlético San Lorenzo), Estadio José Amalfitani (Club Atlético Vélez Sarsfield), Estadio Tomás Adolfo Ducò (Club Atlético Huracán), Estadio Ciudad de Lanús, Estadio Presidente Perón (Racing Club), Estadio Libertadores de América (Independiente), Estadio Mario Alberto Kempes (Córdoba), Estadio Brigadier General Estanislao López (Santa Fé), Estadio Dr. Lisandro de la Torre-El Gigante de Arroyito (Rosario), Estadio de Las Malvinas Argentinas-Mundialista (Mendoza), Estadio José María Minella (Mar del Plata), Estadio del Bicentenario (San Juan), entre otros.
Por su parte, el país cafetero de Colombia cuenta con prestigiosos estadios como el Estadio Deportivo Cali o Palmaseca (Deportivo Cali), Estadio Roberto Meléndez (Junior Selección Colombia), Estadio Atanasio Girardot (Independiente Medellín Atlético Nacional), General Santander (Cúcuta Deportivo), Palogrande (Once Caldas), Estadio El Campín, Estadio Metropolitano de Techo y muchos más.
Sin lugar a dudas, la noticia sacudirá al sector turístico en ambos países y, específicamente a la comunidad y los operadores turísticos de las ciudades donde se encuentran dichos estadios. En Argentina: Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario, Santa Fé, Mendoza, San Juan; y en Colombia: Cali, Barranquilla, Medellín, Cúcuta, Manizales, Bogotá, entre otras, se preparan para recibir a miles de visitantes entre los meses de junio y julio de 2020.
Esta determinación de la CONMEBOL es un claro ejemplo de cómo un factor externo incide en el desarrollo de la actividad turística, de la misma forma que el flujo de turistas generado a causa del torneo provocará consecuencias en el entorno, tanto positivas como negativas, ambas de tipo económico, sociocultural y medioambiental.
En este marco, cada uno de los actores del sistema turístico cumplirá un rol clave para el desarrollo de la actividad. ¿De qué forma?
Pues bien, si se quiere garantizar las condiciones para que el evento se desarrolle de manera óptima, será responsabilidad de los organismos de gestión públicaresolver las cuestiones de logística, promoción, regulación, gestión de recursos, inversión en equipamiento y trabajo conjunto con las comunidades locales.
El sector privado cumple un rol fundamental en la provisión de los servicios necesarios para que los turistas deportivos satisfagan sus necesidades, pues se trata de los establecimientos hoteleros y gastronómicos, guías de turismo, transporte, compañías de alquiler de automóviles, distribuidores de entradas a los partidos, supermercados y demás negocios que constituyen la oferta turística.
Los intermediarios, como agencias de viajes y tour operadores mayoristas, que también forman parte del sector privado, establecerán las reglas del mercado, especularán con las ventas y ofrecerán los distintos servicios turísticos de forma individual o en paquetes.
La comunidad local cumple un rol controversial en el proceso: por una parte, se verán “invadidos” por un flujo de turistas al que, en algunos casos, no están acostumbrados. Deberán compartir con ellos el espacio público, los servicios y por momentos su cotidianeidad se verá afectada. Sin embargo, cumplen un rol clave en la experiencia de los turistas, tanto de forma positiva como negativa. Por ello, es necesario que desde la gestión del destino se haga partícipe a la comunidad local, incluyéndolos en el proceso de “servucción”, proveyéndolos de oportunidades de intercambio cultural, poniendo en valor su papel de anfitriones y demostrando los beneficios económicos y socioculturales generados por el turismo.
Desde el ámbito profesional, serán los ”turismólogos” quienes cuenten con la visión sistémica e integral que permita asesorar estratégicamente, tanto al sector público como al privado, en el aprovechamiento de las oportunidades del evento, el enfrentamiento de las amenazas que impone el contexto, el potenciamiento de las fortalezas y la gestión de debilidades de las organizaciones y de los destinos.
Entre mates y café, seremos los ”turismólogos”, con nuestros conocimientos y experiencia, los agentes clave para una gestión competitiva del turismo que permita hacer de este evento una verdadera fiesta latina.