El gran temor de los pasajeros, -más allá de un posible accidente de avión-, son los retrasos aéreos, en muchas ocasiones derivados de la mala climatología o de las huelgas de trabajadores de las propias compañías o del personal de tierra si bien es cierto que en otros momentos son achacables a otras circunstancias algunas realmente fuera de lo común. Flightright, portal que defiende a los pasajeros aéreos, ha recopilado algunas de las causas más extrañas que han perturbado el normal funcionamiento de aeropuertos y rutas aéreas, produciendo retrasos,cancelaciones y aterrizajes de emergencia. Estos son algunos de los más sorprendentes:
Una docena de vuelos se vieron afectados el pasado mes de junio por la presencia de un perro de raza pitbull, que se coló en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Ibiza. Según informaron fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena),un vuelo procedente del aeropuerto Londres-Gatwick tuvo que ser desviado a Palma y los otros 11, sufrieron retrasos de alrededor de dos horas.
Los halconeros y señaleros del aeropuerto, junto a los Bomberos de Ibiza, capturaron al animal y desde el aeropuerto se avisó a la Policía Local de Sant Josep, que llevó al animal al centro canino «Can Dog». Aena explicó que no es la primera vez que un animal se cuela en el aeropuerto de Ibiza, por lo que se está estudiando por dónde pueden entrar y, así, tomar medidas «cuanto antes».
Puede parecer que la colisión de un pájaro con una aeronave no puede acarrear daños significativos; pues bien, el pasado mes de junio, el simple impacto de un pájaro obligó a la compañía Vueling a cancelar varios vuelos. El pájaro rompió parte del motor del avión y no quedó otra alternativa que no despegar.
Como consecuencia de este incidente, Vueling tuvo que suspender todos los vuelos previstos con Barcelona y que debían salir del aeropuerto de Granada.
Un avión de la compañía Jet2 que volaba desde Belfast rumbo a Ibiza el pasado mes de junio tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Toulouse para bajar de la aeronave a un turista británico que se encontraba bajo los efectos del alcohol, se comportaba de forma poco decorosa y llevaba encima una muñeca hinchable. El incidente provocó un retraso de 4 horas.
También en junio, la compañía Ryanair se vio obligada a realizar un aterrizaje de emergencia de un vuelo Dublín-Ibiza por nada menos que 20 pasajeros borrachos.
Por otro lado, en julio, en un vuelo de París a Palma, un turista bebido atacó a uno de los tripulantes propinándole un cabezazo, lo que provocó lesiones al trabajador y motivó que la policía redujera al agresor.Según parece, el vuelo ya llevaba retraso y, durante la espera, algunos pasajeros se tomaron unas copas en el bar del aeropuerto. Al embarcar, ya ebrio, uno miembro del grupo insultó repetidamente al azafato porque el avión seguía sin despegar y, cuando éste le pidió que saliera del avión, reaccionó agrediéndole.
El problema del alcohol en los vuelos no es un tema aislado, y es motivo de preocupación tanto para las aerolíneas como para las autoridades. Un estudio realizado por el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) revela que, en el último año, cerca de un 40% de los pilotos encuestados sufrió algún incidente con pasajeros conflictivos, en muchos casos provocados por el abuso del alcohol.
No solo el mal comportamiento de los pasajeros puede interferir en la normalidad de un vuelo. El pasado mes de julio, un vuelo de la aerolínea Transavia que cubría la ruta entre Gran Canaria y Ámsterdam, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia debido al mal olor de uno de sus pasajeros.El aparato tuvo que desviarse y aterrizar en el aeropuerto de Faro, en Portugal, debido a las quejas constantes (e incluso algunos vómitos), de los pasajeros.
Otro episodio relacionado con el mal olor.Un vuelo de Dubai a Ámsterdam tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Viena después de que las incontrolables flatulencias de un pasajero provocaran una pelea. La policía desalojó del avión tanto al pasajero de ventosidades incontrolables, como a los pasajeros que le increpaban.
Al tratarse de causas ajenas a las compañías aéreas y ciertamente extraordinarias, los pasajeros afectados por estos retrasos y cancelaciones no tendrían derecho a una indemnización, pero sí están cubiertos por una serie de derechos básicos en el aeropuerto. Así lo refleja la normativa europea en el Reglamento 261/2004:
Transporte. La compañía aérea debe ofrecer un medio de transporte alternativo. Para destinos nacionales, puede ser en tren o autobús.
Manutención. La compañía aérea debe proporcionar comida y bebida a los pasajeros afectados por retrasos superiores a 2 horas.
Alojamiento. Si el vuelo se cancela o se retrasa hasta el día siguiente, la compañía aérea debe hacerse cargo del alojamiento de los pasajeros en un hotel, así como del transporte de ida y vuelta a éste.
Comunicación. La compañía aérea debe ofrecer a los pasajeros afectados la posibilidad de comunicarse con sus allegados, bien por teléfono, por fax o por email.
……………………………………………………
……………………………………………………