La República Dominicana es hoy la principal potencia en materia de turismo en la región caribeña y de gran parte de Latinoamérica. La estabilidad política, social y económica se combina para lograr esta realidad. Pero el éxito del turismo, aquí y donde quiera, descansa en las atenciones, la seguridad personal de los visitantes, la imagen que proyecta el país.
En abril murieron de forma extraña y hasta novelesca, la pareja norteamericana Orlando Moore y Portia Ravenelle, quienes habían vacacionado en Samaná; a mediados de mayo se destapó la golpiza que sufrió en enero Tammy Laurence-Daley, en Punta Cana, y la semana pasada se reveló la muerte de una pareja de esposos estadounidenses Holmes Nathaniel Edward y Day Cynthia Ann, en una habitación de hotel en San Pedro, donde se hospedaban.
La tímida acción de las autoridades ante hechos de esta naturaleza, mientras se proyectan asaltos y asesinatos en las calles, motivan las alertas que hace Estados Unidos a sus nacionales que vienen de visita, aunque la embajadora Robin Bernstein, apuesta a la seguridad que se brinda a los turistas.