Por Nery Ricalde Sarabia
El blog de la División de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presenta en el marco de Ciudades Sostenibles, análisis académicos cuya finalidad es promover la sostenibilidad y mejorar la calidad de vida en ciudades de América Latina y del Caribe. Y es aquí donde llama mi atención el análisis hecho sobre los beneficios que otorga el ser una “Ciudad 24 horas”, es decir, una ciudad en la que se diseñaron y se aplican políticas públicas que ayudan a regular y diversificar actividades sociales y económicas que tienen lugar durante la noche.
¿Con qué relacionamos la noche? Probablemente con salidas a divertirnos, bares, fiestas, pero también con un sentido de inseguridad, de peligro, de incomodidad por el ruido. Así es como las ciudades de Latinoamérica perciben la nocturnidad según Andreina Seijas, consultora del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esto lo fundamenta en una encuesta de la Iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES) en esta región, la cual reveló que solo el 18% de las personas encuestadas se sienten seguros al caminar de noche y el 40% se quejan del alto ruido durante la noche.
Cito también que en el trabajo elaborado por Shaw, Robert. 2014. “Beyond Night-Time Economy: Affective Atmospheres of the Urban Night” se plantea que la economía nocturna tiene dos características fundamentales: la primera es que identifica los elementos que desde la política pública pueden ayudar a crear o estimular la economía nocturna en zonas específicas de las ciudades, es decir, fomentar el consumo. Y en segundo lugar, analiza los procesos sociales de esta economía que tienen que ver con la forma como se desenvuelve la ciudad cuando cae la noche; esto abarca desde los niveles de criminalidad hasta la segmentación poblacional que acude a los lugares y actividades, la zonificación y lógicamente la cuantificación del gasto que se realiza en las mismas, es decir, el perfil del consumidor.
Es importante enfatizar que el interés por regular el comportamiento urbano nocturno no es nada nuevo, de hecho se sabe de acciones en torno a ello desde la década de los 90’.
Las ciudades que nunca duermen tienen como principales razones para potenciar su economía nocturna las que a continuación cito:
· Fomenta el turismo
· Promueve la seguridad ciudadana
· Es fuente de empleo
Las tres razones enlistadas se relacionan con beneficios directos para destinos que basan su economía en el turismo.
Para finalizar este artículo, te dejo como ejemplo dos casos:
Según datos de la Night Time Industries Association, recogidos por Ostelea, los ingresos generados por la economía nocturna en Gran Bretaña son de aproximadamente 66,000 millones de libras anuales -unos 84,000 millones de dólares-. Las actividades nocturnas emplean a unos 1.3 millones de personas lo que representa alrededor del 8% del empleo británico.
En EEUU, sólo en Nueva York hay 26,000 establecimientos donde comer o beber durante la noche y el ocio nocturno aporta 10,000 millones de dólares a la economía de la ciudad y genera 300,000 empleos.
El ocio nocturno es una actividad esencial para el sector turismo y es muy importante en las capitales de aquellos países con una industria turística potente como Gran Bretaña, EEUU, Australia, Alemania o Italia. Esto lo dice el informe desarrollado por el Centro de Investigación, Divulgación e Innovación Turística IDITUR-Ostelea2.