El auge de destinos competidores como Turquía o Egipto lleva a los empresarios españoles a lanzar ofertas y descuentos superiores al 30% para llenar las camas este verano. Los saldos se ven ya en casi todas las zonas.
España ha pasado de recibir 60 millones de turistas en 2013 a superar los 82 el año pasado. Un incremento de casi el 40% en seis años que solo se explica por el desvío constante de viajeros que se ha producido en todo este periodo desde destinos salpicados por conflictos, como Egipto, Turquía o Túnez, hacia nuestras costas. El sector calcula que desde 2010 nuestro país se ha beneficiado de unos 15 millones de visitantes gracias a esta circunstancia. Sin embargo, este fenómeno de los turistas prestados ha llegado a su fin.
Durante este tiempo el reto era ser capaz de fidelizar a este flujo extra de personas para no perder cuota de mercado cuando estos enclaves se recuperaran. Pero está resultando mucho más difícil de lo que se preveía.
En los últimos años los turoperadores mundiales han estado colocando a cientos de miles de clientes en los destinos vacacionales españoles por su seguridad, aunque les costase la cuenta de resultados. Y ahora está ocurriendo justo lo contrario.
La recuperación de países como Egipto, Turquía o Túnez es un hecho, todos ellos llevan desde el año pasado creciendo a doble dígito y los mayoristas no lo han dudado. Su estrategia pasa ahora por aumentar capacidad hacia estos lugares en detrimento de destinos españoles como Baleares, Canarias o Cataluña, donde las reservas para los meses punta del verano están por debajo del año pasado. Hasta un 20% de plazas aéreas se calcula que han desviado este año desde España hacia otros lugares ahora más rentables para ellos.
Después de varios ejercicios en los que se vendía todo y los hoteleros colocaban las habitaciones a cualquier precio, en este 2019 (al igual que ocurriera ya el año pasado) la situación ha cambiado por completo. Con los turoperadores centrando sus esfuerzos en reflotar otros destinos, los empresarios han visto las orejas al lobo y están dispuestos a hacer cuanto esté en su mano para no quedarse atrás. Al contrario que en temporadas anteriores, este verano ya está habiendo descuentos en diferentes mercados emisores para captar clientes y llenar las camas.
Las ofertas de las grandes cadenas alcanzan rebajas del 30% en el precio de las habitaciones en comunidades como Baleares,Canarias o Cataluña, y la preocupación entre los hoteleros es máxima ante los meses álgidos del verano. Algunas de las zonas más importantes de Mallorca, Menorca o Tenerife están sufriendo caídas de ocupación y gran parte de las ofertas se está enfocando hacia el mercado británico y el alemán, muy sensibles al precio.
Las reservas no están al nivel de otros años y el Brexit tampoco ayuda. Los ingleses están optando por destinos más económicos como Turquía o Egipto, que han visto cómo se disparaban todas sus estadísticas al calor de la recuperación. Y el mercado alemán tampoco está para tirar cohetes, en claro retroceso.
Lo dijo el CEO de Thomas Cook hace poco más de un mes en Mallorca. Y no le faltaba razón. Este verano «habrá fuertes descuentos para atraer clientes», aseguró consciente de la pujanza de otros destinos y los elevados precios de las costas españolas. De ahí que los empresarios nacionales anden más nerviosos de lo habitual, por el nivel que presentan las reservas para los próximos meses. De ahí que se planteen este tipo de campañas comerciales para atraer más mercado. Son conscientes de que los turoperadores están enfocados en los destinos competidores, donde los márgenes empresariales son mucho mayores (un hotel todo incluido de 5 estrellas se comercializa a 40 euros la noche) y precisamente por eso se plantean recurrir a estos descuentos, que permitirían al mayorista obtener un beneficio superior y al hotelero asegurarse la venta de las habitaciones.
Lo confirma la consultora Mabrian Technologies, que acaba de publicar un informe en el que sostiene que la incertidumbre que muestran los principales mercados emisores para España (Reino Unido, Alemania y Francia) se refleja en una bajada en los precios hoteleros ofertados para los meses de julio, agosto y septiembre. La compañía ha analizado las tarifas hoteleras y la conectividad aérea de Canarias, Baleares, Cataluña y Alicante, y ha detectado «una bajada generalizada de precios medios hoteleros hasta septiembre».
En el archipiélago canario, «los precios medios hoteleros marcan bajadas importantes en todas las categorías y para todos los meses de julio a septiembre». Sin embargo, el caso de Baleares varía. Pese a que se observan descensos «prácticamente en general» en los establecimientos durante todo el verano, no ocurre en todos los hoteles. Los de categoría superior se libran del tijeretazo en las tarifas en julio y agosto, lo que vendría a demostrar que la apuesta por la calidad realizada por los empresarios isleños, con más de 1.600 millones de euros invertidos en cinco años, está dando sus frutos. Cataluña y Alicante no escapan al recorte en las tarifas, todo para llenar las camas disponibles.
Paralelamente, los empresarios vaticinan un desplome de entre un 10 y un 20% del turismo extranjero, según confirman fuentes de las agencias de viajes y hoteleras. Desde las agencias consideran que la ocupación durante este verano se va a mantener con respecto a 2018 pero gracias al turista nacional, que salvará la temporada.
Y lo mismo opinan desde la CEHAT, la patronal hotelera nacional, donde se muestran especialmente preocupados, ya que a día de hoy, con el verano ya iniciado, ninguna zona tiene colgado el cartel de completo, al contrario de lo que sucedió el año pasado.
Entre las principales causas de la caída del turismo extranjero en España se encuentra la recuperación de destinos como Grecia, Turquía, el norte de África, así como la irrupción de nuevos lugares de moda como Israel y Jordania e, incluso, las buenas previsiones climáticas que se darán durante este verano en Centroeuropa. En el caso de España, las islas y, más concretamente, Canarias son las principales perjudicadas ante el retroceso del mercado alemán y nórdico