Por: Periódico El Dinero.
Aunque hay importantes retos que trabajar, el sector turístico ha demostrado interés de cuidar los recursos naturales.
El turismo dominicano es un sector fuerte, que ha venido desarrollándose durante los últimos 50 años. Hoy se ha convertido en una de las principales patas de la economía, con un aporte anual que ronda los US$7,000 millones con más de 6.7 millones de turistas. Sin duda, este destino es el líder la región del Caribe y Centroamérica.
Es harto conocida la diversidad de recursos naturales con que cuenta República Dominicana, a pesar de ser un territorio relativamente pequeño cuando se compara con otros destinos continentales. Cada región, por más cercana que esté una de la otra, posee sus características.
El Sur, con sus microclimas, playas vírgenes, lagos y especies exóticas, pero también con las montañas de las sierras de Neiba y Bahoruco, así como las Dunas de Baní, es un destino digno de visitar en repetidas ocasiones.
En el Cibao o norte están las altas montañas de las cordilleras Central, que sirve de frontera con el Sur, y la Septentrional, que escolta la emblemática Puerto Plata y toda la costa del Atlántico. En esta parte del país están los ríos más largos y lagos artificiales más grandes de las Antillas, pero también el centro de producción de alimentos más importante de la región.
El Este, caracterizado por un desarrollo turístico de clase mundial, también es un gran establo con la mayor cantidad de cabezas de ganado, así como las fábricas de ron que han dado nombre y apellido al país. En esta zona está el aeropuerto de mayor movimiento y algunos de los centros hoteleros más famosos de América.
Sin embargo, nada de esto sería posible describir y exhibirlo al mundo con orgullo si no existieran los recursos naturales disponibles para explotar económicamente cada una de esas zonas geográficas. Aún quedan muchas más por desarrollar en términos turísticos, lo que garantiza un futuro promisorio para el país.
Aunque no siempre fue así, quizá por desconocimiento y una carencia de conciencia colectiva, los empresarios del sector han entendido que sin recursos naturales bien cuidados no hay turismo.
El compromiso asumido por sector turístico, tomando en cuenta los proyectos de reciclaje, rehabilitación de corales, protección de áreas naturales y campañas entre los principales protagonistas del sector, es un indicativo de que el país podrá tener turismo por siempre. De lo contrario, y no hay que poner ejemplo, el futuro vendrá con un balance negativo.