El Ministro de Turismo de Jamaica, Edmund Bartlett, resaltó la importancia de encontrar soluciones efectivas para el problema del sargazo, cuya presencia representa una amenaza para toda la región del Caribe.
«Jamaica toma la iniciativa en este tema crítico, con el propósito de evitar que el sargazo tenga un impacto negativo en nuestras playas, lo que en última instancia repercutirá también en el turismo», enfatizó Bartlett durante un foro regional que busca facilitar la colaboración de las naciones en este sentido.
Compartir el conocimiento y las mejores prácticas en relación con el sargazo, específicamente el tipo que se origina en la costa de Brasil, para identificar las brechas y fomentar las sinergias hacia una solución es el motivo que inspira a los participantes del evento, encabezado por el Centro Mundial de Resiliencia Turística y Manejo de Crisis.
Numerosas especies de sargazo se distribuyen en los océanos templados y tropicales del mundo, donde habitan en aguas poco profundas y arrecifes de coral.
Una vez que llegan a las costas y se almacenan en las playas se produce su descomposición, lo cual genera lixiviados, ácido sulfídrico y arsénico que pueden contaminar los suelos y los ecosistemas, así como provocar fetidez.
Hoy los litorales de México, sobre todo en Quintana Roo, y estados insulares caribeños sufren abundancias de estas algas.
Evitar que la amenaza devaste nuestras costas y el producto turístico colectivo es objetivo de la región, señaló el Ministro de Turismo jamaicano.