Thomas Cook Group plc, hasta día de hoy, había sido un grupo británico de
viajes. Se formó el 19 de junio de 2007 cuando Thomas Cook y MyTravel Group decidieron fusionarse.

El grupo operaba en dos segmentos distintos: un operador turístico y una compañía aérea.

Como parte del turoperador turístico contaban con: Thomas Cook, Neckermann, Spies, Tjareborg, Ving y en aerolíneas con: Thomas Cook Airlines UK, Condor, Thomas Cook Airlines Scandinavia, Thomas Cook Airlines Balearics.

Los problemas de este conglomerado turístico se palparon, a finales del
2018, cuando grandes analistas le sugirieron públicamente a la empresa que debían dividir el negocio para recuperar la estabilidad financiera.

A principio del 2019, con una notable deuda de 160 millones de libras
esterlinas, la compañía estaba evaluando vender.

Todos los meses siguientes fueron de muchos intentos para seguir a flote
pero, el 22 de septiembre de 2019, un último intento desesperado por
salvar al Grupo Thomas Cook falló.

A la empresa se le negó a añadir otros 200 millones de libras a un préstamo de 900 millones. Se confirmó que el Gobierno del Reino Unido no podía ayudar al grupo, de forma que Thomas Cook Group empezó sus funciones el 23 de septiembre de 2019 para poner fin inmediatamente a sus operaciones y dejar a 600.000 personas varadas en sus destinos de vacaciones.

Nuestra realidad es que la caída Thomas Cook Group ha generado mucha
incertidumbre en nuestros principales mercados emisores en Europa.
Lo bueno que podemos sacar es que la aerolínea Condor, aerolínea del grupo Thomas Cook, que trasporta turistas desde Alemania, Eslovaquia, Hungría, Rusia, Austria, Bélgica, entre otros, a la República Dominicana seguirá operando con normalidad.

Su contra parte negativa es que su marca estrella Thomas Cook Airlines no podrá hacer frente a los 2 vuelos que tenía previsto por semana, en la temporada de verano, entre Manchester y Punta Cana.

Siguiendo esta misma línea se verán disminuidas las ventas de paquetes
turísticos que se hacían a través de las agencias de viajes Thomas Cook,
que estaban en alrededor de 15 países de Europa y Asia. Es evidente el cese
de acciones de promoción y acuerdos de cooperación que se planteaban
realizar entre el grupo y el destino.

Por otro lado, en la bolsa de valores se verán grandes repercusiones al
respecto, puesto que esta empresa cotizaba no solo en la bolsa de Londres,
sino que también cotizaba en el de Frankfurt. Como es lógico, las acciones
de la empresa iban en picada desde finales del año pasado, no pudiendo
levantar cabeza hasta el punto de no retorno, en donde se han declarado
insolvente.

La verdad es que, aunque no parezca que sucedió de un momento a otro, lo
fue. Cuando a mediados del año pasado empezaron los rumores de una
inestabilidad financiera por parte de Thomas Cook Group nadie, incluso su
mismo CEO Peter Fankhauser, pensó que llegaría este momento.

Cabe destacar que es admirable como un grupo de hoteleros españoles han tratado de evitar esta liquidación pero a pesar de que el presidente del Grupo Iberostar tuviera una excelente estrategia “salvavida”, ya era demasiado tarde y es que, nadie pensó que esto llevaría a pasar.

Hoy es un momento donde cada destino tiene que valorizar la dependencia que tiene sobre los conglomerados turísticos, la fragilidad de estos y sobre
todo, como hacer frente ante esta situación sin que lo números se vean muy
perjudicados.