Santiago Rodriguez, una de las 17 provincias reconocidas desde 2014 por la Cámara de Diputados como estratégicas para desarrollar el ecoturismo, posee características suficientes para atraer más visitantes locales e internacionales y que están en espera de inversión para explotar su potencial.
Sus principales atracciones incluyen montañas, una zona del Parque Nacional Armando Bermúdez, cavernas que ocuparon los indígenas, los balnearios del río Guayubín y Mao, los parajes de La Leonor, El Aguacate, Boca de los Mao, Cenoví, Lomita de La Cidra o La Peonía.
El Burende y Palo Amarillo ofrecen un ambiente templado y agradable, mientras El Monte Gallo, con 1,840 metros de elevación y enclavado en pleno parque nacional, muestra un extraordinario paisaje. Pero, sobre todo, a la “Capital del Casabe”, como se intenta promocionar a Monción, un municipio que oferta al turismo cultural sus fábricas de casabe y su tradicional fi esta patronal.
Bolívar Troncoso Morales, asesor de las Comisiones Permanentes de Recursos Naturales y Medio Ambiente y Desarrollo Municipal del Senado, detalla los recursos naturales y culturales que enriquecen a Santiago Rodríguez. Sobre todo del casabe, un producto que puede ayudar a proyectar a República Dominicana como “marca país”.
Explica que la historia de la Restauración dejó su huella en la provincia. “Su historia aporta al turismo local, porque tiene además el municipio San Ignacio de Sabaneta, en donde se estableció el primer cuartel de la segunda Independencia Nacional, bajo el mando del líder Santiago Rodríguez, cuyo nombre se le dedica a la provincia”.
La arquitectura es también una representación de la Línea Noroeste, a partir del uso del pino. Esta técnica se ha ido revalorizando, han construido cabañas ecológicas para turismo interno que se ubican entre Cacique y Mención. “En cierta medida el turismo interno se ha ido desarrollando, lo que no se ha materializado es la creación de la Ley Ecoturística para esta provincia”. Además, es necesario el consejo provincial y el presupuesto que aporte el Estado, del cual se han visto beneficios en otras provincias que han potencializado su Presa de Monción, el ícono más popular del municipio, en su alrededor adecuaron zonas de recreación.
Analizan nuevas estrategias para mayor inclusión en la dieta dominicana Ecoturismo aporta valor a la “Capital del Casabe” desarrollo ecoturístico, explica. Dentro de las características que posee la provincia predomina una variada gastronomía, la cual incluye la carne de chivo dentro de sus diferentes formas de preparación: frito, guisado, y picante. También la semilla de cajuil para diferentes platos, como el arroz y el dulce. Troncoso Morales cita un estudio sobre la salvaguarda de la gastronomía dominicana, donde aparecen platos icónicos de la zona, algunos de influencia haitiana por el vínculo que se desarrolló en el proceso de la Restauración.
Muchos restauradores vivieron en la zona Norte de Haití y adoptaron parte de su costumbre; por ejemplo, agregarle mantequilla de maní o mambá (en creole) al ancestral pan de india o casabe.
LA RUTA DEL CASABE Troncoso, quien además preside la Sección Dominicana del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), un organismo especializado de la OEA, destaca a Monción como uno de los mayores atractivos turísticos, donde se aspira crear la “Ruta del Casabe”. La Capital del Casabe está conformada por lugares “majestuosos” como: La Noria, Los Quioscos, Río Mao, La Presa (la más alta de las Antillas), entre otras zonas que complementarían la ruta del producto. Desde 2018 los esfuerzos de diversas instituciones, como los ministerios de Turismo y Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), así como el Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep), la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), líderes comunitarios y productores buscan consolidar “La ruta del casabe”. Desde la perspectiva de los industriales, la creación de una estrategia para canalizar visitas enfocadas en enseñar la historia y creación del casabe, afianzaría la industria a nivel nacional, logrando la atención de los más jóvenes. Mercedes Castillo lidera Casabe Doña Mechi, una fábrica familiar que ha mantenido el uso de hornos de leña (al igual que los aborígenes).
Destaca que la creatividad para crear las tortas los ha llevado a los niveles “más altos en el mercado” y que “demostrar ese potencial elevaría aún más lo que hacemos”. Su compañía sería una de las primeras paradas de la ruta, donde los turistas escucharán parte de la cultura heredada, conocerán los utensilios y proceso de elaboración (usado por los aborígenes) y finalizarán la primera parada con la cocción de su propia torta en un burén o horno de barro. Luego conocerían la compañía Guaraguanó, donde los visitantes podrán interpretar el legado, filosofía, cultura de la empresa y los procesos industriales y mecánicos que permiten la masiva producción del pan taíno. También podrán visitar las instalaciones de Alimentos Fortuna – Casabi, donde apreciarán las diversas maneras con las que han innovado el tamaño y empaque del casabe tradicional.
ESTRATEGIA DE INCLUSIÓN A pesar del repunte alcanzado por las exportaciones de casabe, los procesadores de yuca amarga a nivel nacional no han conquistado la mayor parte del paladar dominicano, convirtiéndose en un gran desafío para ellos. “No se puede apreciar lo que no se conoce”, con estas palabras la folclorista Xiomara Pérez, curadora de contenido folclórico, destaca la importancia de que los dominicanos conozcan la procedencia del casabe y el valor que posee en la costumbre dominicana. La tradición culinaria dominicana se ha diversificado a partir de la recopilación de recetas nacionales e internacionales, sin importar que se denominen “Cocina Criolla”, las cuales han dado sus aportes a la gastronomía del país, documenta Xiomara. ¿Pero cómo afecta al legado de la cocina ancestral? Al realizar una encuesta a clientes en distintos supermercados de la capital, queda demostrado que la población de la zona, sobre todo los adultos consumen casabe, pero en el caso de los jóvenes prefieren comer “comida rápida”.
Para captar el paladar de los jóvenes, “es necesario”, según la folclorista, realizar un levantamiento de la gastronomía dominicana, donde se involucre a los chefs, el sector turismo, representantes de centros educativos, nutricionistas y productores de casabe, para darle un giro al hábito alimenticio dominicano e incluir una nueva perspectiva del casabe. Explica que la representación de la cultura dominicana necesita fortalecer conocimientos sobre costumbres, herencia y hábitos en los niños.
“En los eventos en los que he participado no me he encontrado con una masiva presentación de la variedad de la torta, a excepción de actividades alusivas al mes de la patria”. Una estrategia buena y válida que lleva conocimiento, cultura y atrae el público más joven son las visitas estudiantiles a las empresas procesadoras de yuca amarga, actividad que desde unos meses realiza la empresa Guaraguanó, donde les dan un recorrido por las áreas de producción a los niños. “Además de que conocen la historia del casabe, el proceso de fabricación y las propiedades nutricionales, es una excelente oportunidad para despertar con las tortas el paladar joven dominicano”, explica Andrés Almonte, presidente de Guaraguanó.
DESAFÍO PARA LA PRODUCCIÓN Sin saber pelar una yuca, Carlos Sánchez invirtió en el negocio de fabricar casabe. Cuenta las dificultades de producir la torta sin las herramientas y productos necesarios. “Inicié con una nave en Pantoja, pelábamos con cuchillo y para pelar un quintal de yuca durábamos mucho tiempo, así que me puse a investigar para innovar mi fábrica”. En su fábrica, Alimentos Fortuna, se procesan unos 600 quintales de yuca amarga semanal, o sea, 80,000 libras, lo que le permite a Carlos exportar 15 contenedores al año.
Su mayor demanda es desde Estado Unidos, Puerto Rico, España, algunas islas del Caribe y Canadá. Informa que la demanda del casabe es buena, sobre todo “en el mercado internacional, hablamos de un producto que se acomoda a las necesidades del consumidor”. Sin embargo, “cuando nos enfrentamos a la limitante de materia prima la cosa se pone difícil y es necesario en ocasiones elevar el costo de la torta, lo que lleva algunas micro fábricas a cerrar, temporalmente, sus puertas”.
Pondera la necesidad de motivar la siembra de yuca amarga en otras zonas de República Dominicana para cubrir la demanda de materia prima. Indica que “el costo de la siembra de yuca amarga anda por los RD$350, y el quintal está costando cerca de RD$1,000, lo que afecta la industria”.