No, no lo está. Pero debería estarlo; hay que lograr que el turismo recupere su crecimiento porque la economía dominicana, sencillamente, no puede permitirse el lujo de que se prolongue el bache actual del sector.
La moda precisamente puede ser un incentivo. Bien promocionadas hay dos citas que atraerían visitantes. DominicanaModa, que arranca en octubre, es ya una marca regional de una industria que crece y además lo hace en la dirección que interesa en la nueva economía, la llamada economía naranja.
Ser Oscar de la Renta es una exposición que ha preparado durante más de cuatro años el Centro León Jimenes con otros aliados y que estudia el diseño, el mundo, la producción y el carácter dominicano de uno de los mejores modistos del mundo.Pero teniendo “excusas” que vender además de playas y merengue, el presupuesto para la promoción del país en el exterior caerá en 2020, precisamente cuando más se necesitan campañas y cacarear las buenas noticias. Porque ya no se trata ahora de crecer, sino de recuperarse.
El Ministerio de Turismo y la prensa especializada han tenido un papel muy apagado en esta crisis de imagen. Faltan por conocer los resultados de la investigación del FBI sobre las muertes aisladas de unos turistas y eso ayudaría a despejar dudas. Hay inversiones detenidas, las reservas no remontan al ritmo que se esperaba y en este contexto, la publicación del escaso monto que destina el Presupuesto 2020 a la promoción en el exterior ha caído como un jarro de agua fría en el sector. Debe repensarse.
El número de septiembre de Vogue Latinoamérica llevaba en portada cuatro modelos dominicanas que triunfan en el mundo. Ser Oscar de la Renta promete el homenaje que el país le debía a su mejor embajador. DominicanaModa es una cita regional.
Se trata de eso, de volver a poner el país de moda.