El negocio hotelero caribeño, afectado como nunca en sus principales destinos por una sucesión de distintos factores, recibe estos días un nuevo y duro golpe por la quiebra de agencias como Amoma y de aerolíneas como la francesa XL, mientras se sigue con gran expectación ante el desenlace de Thomas Cook, que ha pedido un rescate al gobierno británico, como recoge esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Cancún y Riviera Maya, los destinos con mayor número de cuartos hoteleros de Latinoamérica con más de 100 mil, experimentaron una bajada en la llegada de turistas en julio, que fue de casi el 3 por ciento, mientras, como pudo comprobar REPORTUR.mx, sus destinos rivales como Punta Cana y Cuba sufrieron descensos de viajeros incluso mucho más acusados, con caídas superiores al 16 por ciento.
En la República Dominicana, de acuerdo con el más reciente informe del Banco Central sobre el flujo turístico a los que tuvo acceso arecoa.com, la llegada de pasajeros no residentes se redujo en julio un 16.1 por ciento, con 90,573 pasajeros menos que julio de 2018, de los cuales 70,961 corresponde a estadounidenses (Campaña contra RD hunde turismo extranjero en un 16.1% en julio).
La disminución presentada en el influjo de turistas extranjeros se debe esencialmente a la desafortunada campaña mediática sobre algunos eventos lamentables ocurridos a turistas procedentes de los Estados Unidos en algunos hoteles del país durante la primera mitad del año 2019, lo cual que provocó cancelaciones en las reservas aéreas programadas por los estadounidenses para viajar al país cuyo principal destino es Punta Cana.
En Cuba, la llegada de turistas ha sufrido un descenso de un 23,6% interanual en julio, luego de que en junio, mes en que Washington prohibió la llegada de cruceros, aviones privado y yates a Cuba, el arribo de turistas cayó un 20%, según los datos de la Oficina de Estadísticas, como reveló REPORTUR.mx (Cuba: viajeros caen 24% en julio tras haber bajado el 20% en junio).
Esas cifras confirman el batacazo que sufre el sector tras el endurecimiento de las sanciones por parte de Estados Unidos para realizar viajes a la Isla. El Gobierno de Donald Trump ha puesto el foco en dos de los pocos puntos esenciales de la economía cubana: el turismo y la inversión extranjera, como parte de su campaña para presionar al Gobierno a realizar reformas y dejar de apoyar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Según diversos analistas, las medidas dispuestas por la administración de Donald Trump responden a una estrategia para las elecciones presidenciales de 2020, ya que en el estado de Florida hay muchos cubanos de origen estadounidense que agradecen la línea más dura sobre La Habana, según informa Diario de Cuba.
En julio, el Gobierno cubano revisó bruscamente a la baja su estimación para la llegada de visitantes durante todo el año a 4,3 millones, con una previsión inicial de cerrar el año con 5,1 millones, como ya informó REPORTUR.mx (Cuba estima una caída del 10% en el arribo de turistas extranjeros).
En Cancún, su aeropuerto, que también acoge el turismo para Riviera Maya, se ha registrado en julio una disminución en la captación de turismo doméstico e internacional. Según datos del Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), durante julio la terminal aérea de Cancún obtuvo una disminución anual de 2.5% en el tráfico de pasajeros domésticos y de 3% en pasajeros internacionales, descensos inferiores a los dados en Cuba y República Dominicana.
La ocupación hotelera en el destino también se ha visto resentida por la pérdida de pasaje tanto nacional como internacional, pues bajaron hasta 10.7% durante julio, según cifras de la Secretaría de Turismo del estado, con una caída de ingresos aún más acusada por el gran descenso de precios, debido a la sobreoferta de nuevos hoteles, la competencia ilegal de las rentas vacacionales, el arribo masivo del sargazo, la percepción de inseguridad y la falta de promoción.
Pero a todos estos factores que han impactado como nunca en el negocio hotelero de los tres grandes destinos del Caribe cabe unírseles la quiebra de agencias como la de Amoma hace unos días, o la de aerolíneas como la de la francesa XL Airways, al tiempo que existe una gran incertidumbre en cuanto a un posible cierre de Thomas Cook.
Amoma, la agencia online radicada en Ginebra que irrumpió en el mercado en 2013 con una política agresiva de precios bajos gracias a la cual consiguió grandes crecimientos, presentó hace unos días suspensión de pagos, según adelantó en exclusiva mundial preferente.com.
Asimismo, XL Airways, una aerolínea francesa de largo radio, anunció este jueves que dejaba de vender billetes debido a su crisis financiera, de la que Preferente ya informara hace unos días, coincidiendo con la quiebra de Aigle Azur, otra aerolínea gala caída en lo que va de mes.
Pero lo más grave para la hotelería caribeña sería que Thomas Cook, en graves dificultades financieras y que ha contactado con el Gobierno británico para solicitar un rescate financiero a fin de evitar la suspensión de pagos, anunciara también su cierre, tras confirmar este viernes que busca fondos adicionales por valor de 200 millones de libras (unos 227 millones de euros), solicitados por entidades bancarias, para poder asegurar su futuro.
Thomas Cook, que cuenta con 178 años de historia, podría declararse en bancarrota este mismo fin de semana a menos que logre encontrar esa cantidad, por lo que a todos los golpes que ha venido sufriendo el negocio hotelero del Caribe, vendría a sumársele uno especialmente difícil.