Por: Manuel Suárez
Como jinetes apocalípticos se lanzan contra el turismo dominicano nuevos retos a superar, originados tanto a nivel local como internacional. En el plano interno, por ejemplo la situación de inestabilidad que se quiere sembrar en el ambiente político, resulta un factor que en nada ayuda al desarrollo turístico del país, por el contrario genera preocupación en los inversionistas y promotores de proyectos turísticos.
En cuanto al plano internacional, aún se debe continuar realizando grandes esfuerzos promocionales para revertir la preocupación que puedan tener los viajeros, tras los ataques mediáticos que se han encargado de generar dudas sobre la tan bien posicionada imagen turística del país.
De cara a la temporada alta, no se debe dar lugar a situaciones que inquieten al visitante, sino que las autoridades públicas y privadas están llamadas a crear las condiciones favorables para estimular el crecimiento de la industria del turismo, principal renglón económico de dominicana.
Ojalá y se puedan dejar de lado las diferencias que mantienen enfrentados a los principales líderes del partido del actual gobierno. No olviden los políticos locales que en estos tiempos de las redes sociales hay mercados competidores, dispuestos a sacar ventajas de cualquier panorama, tal es el caso de la campaña de desprestigio de la que ha sido víctima RD, coincidiendo muchos, y con razón en que hay manos oscuras detrás de las informaciones sacadas de contexto.
Hoy más que nunca debe prevalecer la armonía entre los principales líderes políticos y turísticos de Dominicana, con el fin de enfrentar los vientos que soplan desde escenarios foráneos.