Una de las residencias más antiguas del Alto Manhattan, la mansión museo Jumel Morris, atrae a decenas de turistas que buscan tener un encuentro con el fantasma de Eliza Bowen Jumel, la hija asesina de una prostituta.
Sobre Jumel recaen acusaciones por haber matado a su esposo Stephen Jumel, un comerciante francés que adquirió la vivienda en 1810, cuando esta llevaba el nombre de Mount Morris.
Jumel falleció tras caer de un carruaje en una horquilla, por lo que su muerte le fue “achacada” a Eliza. Poco después del acto, esta se casó con el exvicepresidente de Estados Unidos, Aaron Burr, a quien se le atribuye la muerte del empresario Alexander Hamilton durante un duelo.
Burr también falleció luego de iniciar el proceso de divorcio en contra de Eliza. La mujer continuó habitando la residencia hasta su muerte a los 90 años de edad, en el1865.
La mansión, de 250 años de existencia, fue convertida en museo a mediados del siglo XX. Uno de sus mayores atractivos es la presunta actividad paranormal que acontece en su interior ya que los visitantes dicen ver y sentir la presencia de una mujer (Eliza) por las noches.
Vicent Carbone, director del programa de evento del museo, explicó que la principal atracción de la mansión-museo es la escabrosa historia de Eliza, quien presuntamente fue una asesina, hija de una prostituta.
En las noches, la compañía de teatro Fireside Mystery Theater presenta dramas en vivo dentro de la vivienda en los cuales “llaman a espíritus de dos figuras femeninas de Nueva York”. La casa, hoy convertida en el museo y anticuario Morris-Jumel Mansion, está rodeada de espacios verdes, hileras de “brownstones” y el río Hudson de telón. Esta es la protagonista de actividades culturales y sociales durante todo el año.