El sector turístico global crecerá un 3,3 % de aquí a 2024, hasta unos 3 billones de dólares, impulsado por el avance de las ventas en internet, según indican los datos difundidos en la feria mundial del turismo «World Travel Market» (WTM).
La empresa de análisis de mercado Euromonitor Internacional presentó en la WTM su último informe de tendencias, que prevé que en los próximos tres años las reservas por internet supongan un 52 % de las totales, y un cuarto las hechas desde el teléfono móvil, en plena transformación digital de la industria.
La directora de Turismo de Euromonitor, Caroline Bremner, señaló que la bonanza para el sector se debe en parte a que los consumidores «cada vez valoran más tener experiencias, como viajar».
Así, una encuesta sobre estilo de vida hecha por esta firma, que tiene analistas en un centenar de países, reveló que un 43 % de los consumidores globales «da prioridad a las experiencias frente a las posesiones materiales» y un 78 % valoró «prácticas del mundo real» en 2019.
En el primer día de la feria, que se celebra hasta el miércoles en el recinto ExCel de Londres, Euromonitor indicó que el turismo nacional está cobrando popularidad en el mundo, sobre todo «por los mayores ingresos en los mercados emergentes».
Este tipo de turismo interior crecerá a un ritmo del 18 % anual hasta 2024, hasta unos 19.000 millones de viajes, frente a unos 1.800 millones de viajes de llegadas internacionales.
En el Reino Unido, uno de los factores que impulsan las vacaciones en territorio nacional o incluso desde el propio hogar -fenómeno conocido como «staycation»- es el proceso del «brexit» o salida del país de la Unión Europea (UE), prorrogada ahora hasta el 31 de enero.
En su última edición antes de esa retirada, la WTM, que cumple 40 años, tiene más de 5.000 expositores de todo el mundo, entre ellos los de la oficina de turismo española Turespaña, las diferentes autonomías españolas y los de muchos países latinoamericanos.
Hoy visitó la feria la ministra de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de España, Reyes Maroto, que reveló sus dos prioridades para la cita: atraer más visitantes británicos, sobre todo con poder adquisitivo, y liderar el movimiento global hacia un turismo sostenible.
Con contratos por más de 3.500 millones de euros cerrados en 2018, la «World Travel Market» es uno evento clave para el sector turístico español, dado que el Reino Unido es, además, su principal mercado emisor.
Maroto dijo que, entre hoy y el martes, trabajará en «fidelizar al turista británico en el turismo vacacional pero también en atraer turistas a otros segmentos, como puede ser el turismo de naturaleza, deportivo, el de cultura y patrimonio o el de negocios».
Los últimos datos de incremento del gasto en España, difundidos este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirman que se avanza «por el buen camino» de cara a «rentabilizar la oferta turística» del país, señaló.
Según el INE, España recibió 67,1 millones de turistas extranjeros entre enero y septiembre de 2019, lo que supone un aumento del 1,3 % respecto al mismo período de 2018 -pese a tres meses consecutivos de caída-, y su gasto se incrementó un 3 %, hasta 73.830 millones de euros.
Por autonomías, destacó el crecimiento de un 0,6 % de Cataluña, hasta 15,6 millones de turistas, y los sendos descensos de Baleares y Canarias, debidos, a juicio de Maroto, no al efecto de la quiebra del turoperador británico Thomas Cook, que aún no ha podido medirse, sino «a la caída del mercado alemán» por la desaceleración de su economía.
El Reino Unido se mantiene como principal punto de emisión de turistas para España, a pesar de la caída registrada por el efecto del «brexit», que se inició tras el referéndum de 2016 y que, según esta responsable, «ya se ha descontado».
El otro gran objetivo del Gobierno español en la WTM es «situar en la agenda el turismo y la sostenibilidad», indicó.
Para ello, el martes participará en una jornada con representantes de instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y asociaciones como la ABTA británica para «alinear la agenda turística con la sostenibilidad», a fin de «hacer de la sostenibilidad no un lastre, sino un pilar de la política turística».