A Juan José Hidalgo le pidieron, le suplicaron, le obligaron esta vez a que mantuviera la boca cerrada. Todos los actores implicados en la operación de la venta de Air Europa firmaron un compromiso de confidencialidad que fue calificado por algunos de “casi penal” en caso de incumplimiento: ¡Ni una palabra siquiera al ser más querido! Pero Hidalgo, quien seguirá siendo Pepe Aviones hasta que Competencia dé el plácet definitivo a la compra de la aerolínea de Globalia por parte de IAG, tiene una manifiesta incontinencia verbal.
El mes pasado, coincidiendo con la festividad del Pilar, Hidalgo Acera se fue de la lengua con una persona con la que ha tenido sus más y su menos en tiempos no muy lejanos y con la que ahora disfruta de momentos de ocio. Que lo sepa el riguroso cumplidor de ese acuerdo de “boca herméticamente cerrada” al que se agarra como clavo ardiendo un ejecutivo de Willie Walsh para justificar su mutis por el foro en esta operación tan sonada y más conocida de lo que este directivo se imagina. Al tiempo, guerrero.
La verdad es que el patriarca de los Hidalgo ha sido más reservado que en otras ocasiones en las que ha estado de por medio la venta de la empresa estrella del grupo. Reservado un poco y además jugando al despiste. En Dominicana, por ejemplo, no es que se mantuviera callado en pleno proceso de venta, sino que en una reunión con las autoridades, unos diez días atrás, llegó a decirles que contaran con su compañía para aumentar los vuelos a Santo Domingo. O sea, que en vísperas del acuerdo de venta les proponía más vuelos…
A Hidalgo lo llamaron este lunes un sinfín de personas de todas las actividades económicas y sociales de España para felicitarlo por la venta, ahora que sí es multimillonario de facto (money contante y sonante) y no de papel cuché (Forbes). JJH recibió las llamadas en Dominicana, con su brazo derecho en la antigua Hispaniola, Matías Fernández, pegado a su vera como cada vez que viaja a la tierra de Duarte. Allí, desde la distancia, ha visto y ve los acontecimientos con una perspectiva más tranquila. Está retenido por el golf y el relajo. O no.