El acqua alta que no da tregua a Venecia ha causado incalculables daños económicos a los residentes, comerciantes y al incomparable patrimonio artístico de la ciudad. El jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli, se atrevió ayer por primera vez a hacer un balance de los desperfectos y situó sobre los mil millones de euros el coste de las inundaciones.
Pero parece que esto todavía podría aumentar, pues la ciudad de los canales se prepara para luchar hoy contra otra gran marea de un nivel que podría llegar a los 160 centímetros sobre el nivel del mar, algo que sin embargo no tendría nada que ver con los estragos que causó la de 187 centímetros de la madrugada del pasado miércoles, la peor desde 1966. El alcalde Luigi Brugnaro confirmó que Venecia afrontará este domingo otra “jornada dura”. “Hemos activado el dispositivo de seguridad y hemos desplegado a todos los agentes disponibles. El pico será alto pero es difícil que cree tantos daños como el martes”, afirmó el regidor durante una rueda de prensa.
Las autoridades venecianas ya están empezando a gestionar el paquete de 20 millones de euros que el Gobierno de Giuseppe Conte ha aprobado al firmar el decreto de estado de emergencia, con ayudas de 20.000 euros para los comerciantes afectados y 5.000 para los residentes. Estos días en Venecia era muy difícil de encontrar una planta baja que no hubiese sido dañada por la catástrofe, pues la altura de la marea ha alcanzado incluso las vivienda más lejanas a la plaza de San Marcos, el primer punto que se suele inundar.
Borrelli explicó que tendrán que pedir ayuda al fondo de solidaridad de la UE y el alcalde, que ha sido nombrado comisario especial para gestionar la emergencia, añadió que ciudadanos de todo el mundo están haciendo llegar donaciones para contribuir a reparar los destrozos, que cuentan con el apoyo del Banco Central de Inversiones y que también Rusia ha tendido la mano.
Las mareas tan seguidas no han dado tiempo a las autoridades para que terminen el balance de todos los monumentos que han resultado dañados, pero se calcula que el agua ha entrado en la mitad de las 120 iglesias venecianas. La supervisora del patrimonio artístico, Emanuela Carpani, subrayó la especial preocupación por el agua salada que corroe la piedra. Todas las iglesias se tendrán que desalinizar, con un coste de 60.000 euros por templo. “El agua es un cáncer cuyas consecuencias aparecen después de varios meses”, avisó Carpani. Además, al menos un centenar de góndolas han sido estropeadas o destruidas y cientos de libros de la famosa librería Acqua Alta han resultado dañados.
La ciudad de los canales está muy acostumbrada al fenómeno del acqua alta , pero esta semana todos los venecianos decían que nunca habían visto algo igual. En una semana Venecia ha sufrido tres mareas superiores a 140 centímetro sobre el nivel del mar, algo que no sucedía desde 1872, cuando se empezaron a elaborar las estadísticas.