Los choques entre pájaros y aeronaves, según lo definido por la FAA, (Federal Aviation Administration) son «colisiones que causan la muerte o lesiones al pájaro, daños al avión o ambos». De acuerdo con la Base de Datos Nacional de Ataques de Vida Silvestre de la FAA, de 1990 a 2016, el número anual de impactos de aves reportados en EE.UU. aumentó de 1.850 a 13.408. A nivel mundial, de 2008 a 2015, la Organización de Aviación Civil Internacional reportó casi 100.000 choques de aves en 105 países.
Los pájaros son una eterna fuente de problemas para los aviones y los aeropuertos intentan, mediante distintos métodos, reducir al máximo la presencia de aves. La mayoría de los aeropuertos españoles utilizan métodos de cetrería para evitar que las aves invadan el área del aeropuerto. Según informa AENA, más de sesenta halcones adiestrados se encargan diariamente de mantener el espacio aéreo de las pistas libre de aves. Los vuelos disuasorios de estas rapaces han reducido la nidificación de las especies más peligrosas para la aviación o las han desviado a zonas alejadas.
Pero ¿qué pasa cuando el avión está cogiendo altura?, ¿no sería conveniente cubrir el motor del avión con algún tipo de rejilla que impida que un objeto extraño pueda entrar en el motor? El popular YouTuber y piloto, Mentour Pilot, reconoce que le han hecho esa pregunta cientos de veces. Sobre el papel parece una buena idea pero la realidad ni es necesario ni conveniente.
«Los fabricantes de aviones someten los motores a durísimas pruebas de resistencia, y una de ellas es precisamente el lanzar aves (ya muertas) contra los motores en marcha. Las palas de la turbina que hay dentro del motor a reacción son increíblemente resistentes y lo normal es que el animal se desintegren y se dispersen sus restos alrededor de la propia turbina antes de que pueda entrar en el interior del motor».
Si el pájaro es demasiado grande, las palas de la turbina lo pulverizan. La primera señal de este incidente es un intenso olor que Mentour Pilot describe como «pollo frito». Si el olor llega primero al compartimento de vuelo el impacto ha tenido lugar en el motor número 1, el izquierdo. Si el olor llega primero al compartimento de cabina es el motor número 2, el derecho.
El problema de instalar una malla o algún tipo de protector es que este disminuiría enormemente la entrada de aire en el motor, y al mismo tiempo aumentaría la resistencia aerodinámica. Mentour Pilot pone el ejemplo de una raqueta de tenis. Moverla rápidamente en el aire requiere mucho más esfuerzo con las cuerdas que si quitamos estas. La resistencia no es el único problema. Si reducimos la entrada de aire al motor, reducimos su eficacia y aumentamos en exceso el consumo de carburante, algo que las aerolíneas tratan de evitar a toda costa.