El papa Francisco pidió el jueves protección para mujeres y niños ante la explotación, los abusos y la esclavitud, al inicio de dos atareados días de reuniones en Tailandia, donde la trata y la prostitución forzosa impulsan la industria del turismo sexual.
En los primeros días de su gira de una semana en Asia, Francisco pidió medidas contra una de las mayores lacras de la región.
En un discurso en las oficinas del primer ministro, Prayuth Chan-ocha, el pontífice elogió los esfuerzos del gobierno tailandés para combatir la trata. Pero pidió más compromiso internacional para proteger a mujeres y niños “que son violados y expuestos a cualquier forma de explotación, esclavismo, violencia y abusos”.
El papa pidió formas de “extirpar este mal y ofrecer formas de restaurar su dignidad”.
“El futuro de nuestros pueblos está asociado en gran medida a la forma en la que aseguraremos un futuro digno para nuestros hijos”, dijo.
Naciones Unidas considera a Tailandia como un importante destino del tráfico de personas, además de una fuente de mano de obra forzada y esclavos sexuales, que son víctimas en su país o enviados al extranjero. La agencia de la ONU sobre droga y delincuencia indicó este verano en un reporte que el tráfico para la explotación sexual suponía el 79% de todos los casos en Tailandia entre 2014 y 2017. De las 1.248 víctimas detectadas, el 70% eran menores, según el reporte, que citaba datos de las autoridades tailandesas.
El turismo sexual es un factor que impulsa el tráfico de más víctimas, que a menudo caen en la explotación sexual por obligación, coacción o engaños, señaló la ONU.
El Departamento de Estado de Estados Unidos acusó a Tailandia de no perseguir con suficiente ahínco a los traficantes que meten a jóvenes tailandesas en el mundo de la pornografía ni formas de explotación, como por ejemplo la esclavitud por deudas, que sufren trabajadores migrantes en la industria pesquera.
El gobierno tailandés insistió en que ha hecho progresos significativos y prometió seguir colaborando con organismos internacionales.
Prayuth no hizo ninguna referencia al problema en sus declaraciones ante Francisco, aunque insistió en los avances de Tailandia en la defensa de los derechos humanos.
“Hemos buscado reforzar la institución de la familia y garantizar igualdad de oportunidades para todos los grupos de la sociedad, especialmente mujeres y niños”, dijo a Francisco tras una breve reunión privada.