En los últimos años a los tradicionales tapones de corcho les han salido competidores entre los que se encuentran los sintéticos, de cristal o de plástico. Sin embargo son los primeros los que mejor cumplen con la función de preservar el vino.
Según indica Rodrigo Espinosa, enólogo de Marqués de Atrio, el tapón de corcho influye en gran medida en la evolución y características organolépticas de los caldos ya que este material aporta importantes beneficios en el proceso de elaboración de los vinos.
El tapón no debe aportar ningún matiz de aroma ni sabor, lo que deber permitir es que el vino evolucione correctamente, que permita una microoxigenación gradual del vino.
Los tapones naturales tienen características únicas, que sin aportar ningún matiz de aroma ni sabor, facilitan que el vino evolucione correctamente. En palabras de Rodrigo Espinosa, «la ventaja fundamental de utilizar el tapón natural es que permite una microxigenación en el vino favoreciendo una positiva evolución. En muchos casos hay una mejora gustativa. Esto se manifiesta en aquellos vinos que se crían en botella durante un tiempo antes de salir al mercado (crianza en botella»).
En primer lugar, el corcho evita que el exceso de oxígeno entre en la botella, lo cual empeoraría el caldo, y también es una barrera para diferentes bacterias y para el moho. Sin embargo, el corcho está compuesto de tal forma que contiene pequeños poros que provocan que mínimas cantidades de oxígeno puedan penetrar en la botella. Esto no tiene por qué ser negativo, de hecho beneficia a algunos vinos.
Otro punto a mencionar e importante, asegura Espinosa, es la estética del tapón natural. «Ningún tapón reemplaza a la belleza del natural. Si contamos con un tapón natural sano -sin contaminación aromática- y sumamos a esto la tradición y la estética, el corcho natural va a ser siempre la elección para el taponado de los grandes vinos». Hay que decir que un tapón natural además debe cumplir con las exigencias de estanqueidad y elasticidad necesarias para un buen cerrado de la botella.
Además, los tapones de corcho son una opción muy beneficiosa para el medio ambiente. Se trata de un material natural, ya que el corcho sale del alcornoque, y no es necesario talar el árbol para obtenerlo, sino que es suficiente con separar su corteza.
También es una gran ventaja el hecho de que los tapones de corcho logren mantener un vino en buenas condiciones durante décadas, algo que no ocurre con los vinos embotellados con un tapón sintético o de otro material que no sea el corcho.
Como curiosidad, comentar que la longitud del corcho en las botellas de vino depende de la juventud o madurez de los caldos. Para los vinos más jóvenes se utilizan tapones de corcho más cortos, de menos de 40 mm de longitud. Los vinos más añejos exigen tapones de mayor longitud, que pueden superar los 55 mm.
Se recomienda siempre colocar las botellas en posición horizontal para que el vino esté en permanente contacto con el corcho para que no se seque y esté siempre húmedo, para que éste no se rompa y cumpla perfectamente con la misión que se le ha encomendado. Cuando abramos una botella deberemos fijarnos en que el corcho salga entero. Los corchos de buena calidad son los que aparecen enteros, sin grietas y manchados sólo en la zona que ha estado expuesta al vino. Si no ocurre esto habrá que permanecer en guardia ante el estado de conservación del vino.
Pero no todo son ventajas. Los tapones de corcho, en ocasiones, pueden provocar en el vino un defecto que comúnmente se conoce como «sabor a corcho». Este hecho está provocando que cada vez más se produzcan tapones sintéticos sustituyendo a los clásicos.Para el enólogo de Marqués de Atrio, la ventaja de los sintéticos es fundamentalmente su uniformidad, donde cada unidad es igual a otra y que no existe el problema de olores extraños como el TCA. Son cierres que sus características imitan la elasticidad y la estanqueidad del tapón natural.
Para el taponado de los vinos de alta gama se usan tapones de mayor precio, donde la calidad ha sido seleccionada tanto por características técnicas como estéticas. Normalmente en vinos de precio alto se usan tapones de precio alto. El impacto en el precio final no es determinante, pero sí se trata de un coste más en el total del producto. En la mayoría de los casos el impacto mayor en el precio del producto final es el vino seguido de la botella (el vidrio).