El turismo y las nuevas tecnologías se han convertido en dos inseparables aliados. Aplicaciones móviles, visitas virtuales, uso de redes sociales o sistemas de compra online ya son los recursos TIC básicos para mejorar la experiencia de un nuevo tipo de cliente: el turista digital.
En este contexto se hace imprescindible encontrar nuevas fórmulas y estrategias que mantengan las altas cifras de ocupación y que sumen nuevas posibilidades para un cliente cada vez más especializado. Navegamos hacia un futuro totalmente tecnológico donde la Robótica, el Blockchain, el Machine Learning o el Internet de las cosas dominarán el sector turístico.
Pero, ¿ha pensado alguien cómo cambiarán la experiencia turística? El cambio tecnológico parece indicar que acabaremos hablando con robots en las recepciones y el nivel de personalización en las habitaciones será altísimo.
Prácticamente no necesitaremos salir de la habitación para ver las ciudades, ya que podremos hacer tours virtuales, proyectos en 360º en la habitación y tendremos todo lo que queramos a nuestra disposición simplemente diciéndolo en voz alta.
La era moderna futurista ya está aquí, y parece que aquellas personas que busquen desconectar de la tecnología y de sus vidas durante sus escapadas, lo van a tener muy difícil. Los establecimientos tendrán serias dificultades para subsistir si no existe un componente tecnológico en la experiencia del cliente y acabarán por eliminar el trato humano de sus servicios.
La pregunta es: ¿Es eso lo que queremos?