Es bien sabido que la política está ligada y rige, en cierto modo, los sectores de la economía de cualquier nación.
Para República Dominicana, siendo el turismo uno de los principales segmentos que produce divisas y genera ingresos en la economía nacional, es importante mantener las reglas claras, siendo el gobierno junto al sector privado quienes encaminen al renglón de sol y playa por un sendero sano que propicie las ganancias de cada inversión nacional y extranjera.
Por ello, en tiempos de elecciones presidenciales es notorio apreciar las propuestas de los candidatos aspirantes a la silla presidencial diseñar propuestas en torno a mejorar el turismo.
Desde el ex presidente Leonel Fernández, quien ahora aspira por el partido La Fuerza del Pueblo (LFP), Luis Abinader del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y Gonzalo Castillo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), han expuesto sus perspectivas sobre un mejor turismo de llegar a ocupar la presidencia de la República.
A lo que hace reflexionar sobre la política y turismo, que es el imán de grandes promesas, porque todos apuestan a una mejoría y crecimiento del sector, al tiempo de no dejar de ser una duda para muchos, ya que conociendo las propuestas de todo aquel que aspira “las mismas se quedan en papel muchas de las veces”.
Se suele pensar que el turismo se toma como una escalera para ascender y un ancla para afianzar, por cada uno de los candidatos.
Hasta el momento la propuesta que más ha dado de que hablar es la de Abinader, quien ha expuesto sus planes “extraordinarios” de crear parques temáticos al estilo del emblemático Disney, generación de alrededor 10 mil millones de dólares anuales, la construcción de 25 mil habitaciones y la generación de 100 mil empleos.
Ufff… definitivamente un plan bastante ambicioso, propuesto justamente cuando el turismo vive una baja tras las situaciones generadas desde mitad del pasado año 2019.
Para muchos resulta increíble que todo lo antes mencionado sea posible, otros (tal vez guiados por la simpatía del candidato) dan por hecho lo planteado, la realidad es que de ser posible… el salto del turismo a futuro será muy diferente a la realidad de la actualidad.
Y ahí es que surge la pregunta: ¿Por qué los actuales y pasados gobernantes no lo han hecho? ¿Será por falta de voluntad o ingresos? ¿Será porque no es posible que RD exhiba un turismo de carácter más internacional que atraiga más visitantes?
En fin… son muchas las preguntas y argumentos que rondan en el sector sobre el tema, pero al final y siempre y cuando todo sea en beneficio para el turismo, bienvenidas sean las propuestas para su mejoría.