Determinadas zonas turísticas son conocidas por el ‘turismo de borrachera’, un paquete especializado que ofrecen algunos turoperadores generalmente a turistas jóvenes con el gancho de alcohol sin límites a bajo precio. El Gobierno de Baleares acaba de prohibir estas actividades en Magaluf y El Arenal en Mallorca y en el West End de San Antoni de Ibiza y contempla multas de hasta 600.000 euros. La norma veda la publicidad más llamativa, las excursiones etílicas, las happy hours, los ‘2×1’ ó ‘3×1’, los autodispensadores de alcohol y la venta de bebidas alcohólicas en tiendas a partir de las 21:30. También sanciona a los turistas que practican el ‘balconing’ con la expulsión de los hoteles. Nuestro sector turístico, tan relevante, debe caracterizarse por la calidad y no por este tipo de comportamientos que ahora muy atinadamente se quieren eliminar a través de esta norma pionera.