Maveric, un avión con las alas integradas dentro del avión, la aeronave inspirada en un bombardero estadounidense B-2, que permitiría que se redujeran un 20% las emisiones de CO2.
Tras un vuelo de prueba con un modelo a escala el año pasado en Francia, Airbus ha presentado esta semana su nuevo modelo de avión con un diseño futurista utilizando el ‘fuselaje integrado’.
Durante la feria de aeronáutica de Singapur, la compañía con sede en Toulouse explicó que dicho diseño permitirá “cumplir con los desafíos medioambientales” y aprovechar el mayor espacio en el interior para desarrollar nuevas posibilidades para la distribución de la cabina para pasajeros.
Aunque el avance en la tecnología ha permitido que los aviones sean más ligeros y la potencia informática ha avanzado, Maveric también tiene inconvenientes. Reuters explica que la compañía estaría estudiando las dificultades de los pilotos para pilotarlo y cómo se integraría en los aeropuertos.
Otra de las problemáticas sería la propia experiencia de viaje de los pasajeros. Se ha cuestionado el lugar en el que se instalarían las salidas de emergencia y si se usarían pantallas para ofrecer al pasaje una idea del entorno o tendría ventanas integradas. Además, como estarían sentados más lejos del centro del avión, en comparación con los modelos tradicionales de ‘tubo y alas’, sentirían más los giros durante el vuelo.
En un comunicado, Airbus reconoció que no tienen una línea de tiempo específica para su entrada en servicio, pero su prototipo podría contribuir al desarrollo de la nueva generación de aviones prevista para la década de 2030 y seguirán realizando pruebas durante este año.
El portal tecnológico Xataka explicó que su principal competidor, Boeing, ha valorado dicho diseño para aviones de mercancías. La empresa estadounidense ya desarrolló junto a la NASA el X-48B, más eficiente que las aeronaves del momento, el modelo se presentó en 2010, y con una mayor capacidad de carga útil.