Tras conocerse el brote de coronavirus en Italia, las autoridades han bloqueado varios pueblos y ciudades del norte del país, prohibiendo a las personas entrar o salir de las zonas afectadas, suspendiendo eventos masivos y cerrando atracciones, como museos. Las medidas implican que alrededor de 100.000 personas han sido puestas efectivamente en cuarentena.
Asimismo, tras la cancelación de varios partidos de la liga italiana de fútbol el pasado fin de semana, los funcionarios encargados ordenaron que los encuentros de la Serie A sean jugados en estadios vacíos. El carnaval de Venecia, en tanto, debió terminarse de forma prematura y en las regiones de Lombardía y Véneto las escuelas y universidades permanecerán cerradas hasta marzo. En Milán, la semana de la moda ha sido acortada y otra feria fue pospuesta hasta el verano. La catedral de Milán, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, también fue cerrada, así como la famosa ópera de la urbe, La Scala.
Las mascarillas se han convertido en parte del paisaje en Italia.
El virus está migrando
El SARS-CoV-2, también conocido como coronavirus de Wuhan, hace rato que ya dejó las fronteras del norte de Italia. Sin ir más lejos, Florencia tiene su primer paciente con la enfermedad, un empresario italiano que regresó de Singapur. En Palermo también cuentan con su primer contagiado, un turista de Bérgamo.
Por si fuera poco, desde fines de enero hasta fines de abril no habrá más vuelos directos entre Italia y China. Pero todas estas medidas han demostrado ser de escasa utilidad. Italia, a la fecha, ha sufrido la mayor cantidad de víctimas mortales e infectados de toda Europa, convirtiéndose en un punto de propagación de la enfermedad.
Miles de turistas y trabajadores han sido puestos en cuarentena en un hotel de Tenerife, en España, luego de que un médico italiano y su esposa dieran positivo por coronavirus. Austria también puso bajo llave a un hotel en Inssbruck, donde se confirmó que un recepcionista italiano estaba contagiado por la también llamada neumonía de Wuhan.
¿Y cómo han reaccionado los vecinos europeos a la crisis desatada en Italia? Hungría ha recomendado a sus ciudadanos posponer cualquier viaje que tengan planeado realizar al norte italiano, mientras que la aerolínea búlgara Bulgaria Air tiene previsto suspender sus vuelos entre Sofía y Milán hasta fines de marzo, al menos.
Turistas taiwaneses en Baviera.
En Reino Unido, la preocupación por el creciente número de casos registrados en el norte de Italia ha llevado a una docena de escuelas a enviar a casa a los alumnos y profesores que realizaron viajes a los Alpes italianos, pidiéndoles que se aislaran por 14 días tras regresar del periplo. El gobierno también ha solicitado a los turistas que hayan visitado Italia que se recluyan si desarrollan síntomas similares a los de la gripe.
El coronavirus y Alemania
En Alemania, el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores se ha abstenido, hasta ahora, de emitir advertencias de viaje. La gente que se traslade a Italia debe contactar al Ministerio de Salud italiano si es necesario, pero poco más se ha dicho al respecto.
En una muestra de los crecientes temores por el impacto económico que podría suscitar el brote, la aerolínea alemana Lufthansa anunció que suspenderá el proceso de reclutamiento de nuevo personal, además de ofrecer a sus empleados vacaciones sin goce de sueldo y aumentar las alternativas para trabajar media jornada. «Para contrarrestar el impacto económico del coronavirus en esta etapa inicial, Lufthansa está poniendo en práctica varias medidas para rebajar los gastos”, dijo la firma. Lufthansa, que también es dueña de Swiss y Austrian Airlines, ya había suspendido vuelos desde y hacia China hasta fines de marzo, y redujo las escalas en Hong Kong.
Hasta el momento, el impacto de la crisis en Alemania ha sido particularmente evidente en el descenso del número de turistas que llegan desde China. La Asociación Nacional de Turismo de Alemania espera que el número de pernoctaciones de turistas chinos caiga entre un 17 y un 25 por ciento. Y como esos turistas realizan un aporte cuantioso a la economía del país, del orden de los 8 mil millones de euros anuales, las pérdidas serán elevadas y sin lugar a dudas golpearán a la industria alemana.
Martina Binhack, portavoz de la asociación, también se refirió a una eventual caída en el número de turistas provenientes de Italia. «Sería irresponsable hacer predicciones al respecto en esta etapa de la crisis. Por fortuna, estamos en la temporada baja, y la mayor parte del movimiento turístico entre ambos países se produce entre junio y octubre”. (dz/ers)