Desde Río Gallegos, Santa Cruz

En la ciudad de El Calafate, donde acaba de confirmarse el primer caso de COVID-19 en la provincia de Santa Cruz, habitan aproximadamente 28.000 personas, un crecimiento del 50 por ciento en relación al Censo poblacional de 2010. El 90 por ciento de les residentes viven de manera directa e indirecta del turismo. La crisis provocada por esta pandemia trastocó la geografía imponente del Parque Nacional Los Glaciares, que cerró sus puertas el sábado pasado, y afectó todo el movimiento económico y social de la ciudad. Ahora, les turistas hacen largas colas en el local de Aerolíneas Argentinas para salir del país, en función de los lineamientos establecidos por el Gobierno nacional. El freno de mano para la economía local será abrupto: sólo en marzo se perderían 400 millones de pesos.

Por año, El Calafate recibe 550.000 turistas. El 10 por ciento del total de visitantes llega desde Brasil, otro 7 por ciento arriba desde Italia, seguido por España y Francia, en porcentajes similares. Entre el turismo local, que representa el 50 por ciento y las naciones mencionadas se concentra el 80 por ciento del movimiento habitual de la ciudad y otras zonas de influencia, como puede ser El Chaltén.El paisaje local cambió con la misma velocidad en que el COVID-19 empezó a expandirse por el mundo y antes de confirmarse el primer caso en esta localidad. El ir y venir de autos y micros entre el centro de la ciudad y el ingreso al Parque Nacional Los Glaciares, unos 60 kilómetros, mutó por el transitar de funcionarios y funcionarias de Migraciones que recorrieron todos los hoteles de El Calafate para chequear la fecha de ingreso de quienes llegaron desde el exterior y, eventualmente, obligarlos a resguardarse si llegaran a formar parte de algún grupo de riesgo, según lo dispuesto por el artículo 7 del decreto 260.

En este sentido, el caso del turista francés, que fue confirmado por el Malbrán el martes por la tarde, era monitoreado por las autoridades nacionales y provinciales y se encontraba en aislamiento desde hace una semana.

La actual situación de crisis invirtió la circulación normal para este destino turístico de Santa Cruz. Desde los hoteles les informaron a los turistas que debían abandonar el país, según los lineamientos establecidos por el Gobierno nacional. Para hacerlo, primero necesitan contar con un certificado emitido por las autoridades de salud. El domingo pasado, el aeropuerto estuvo abarrotado de personas (consecuencia indeseada para una crisis epidemiológica) que debían salir de la ciudad para luego regresar a sus países de origen. Toda una postal de la pandemia y sus consecuencias locales.

Con los años, la frontera de la temporada calafatense fue ampliándose. Si antes los hoteles y la infraestructura turística abrían de octubre hasta Semana Santa, en la actualidad lo hacen casi todo el año con la realización de congresos y eventos corporativos; por la crisis, estos encuentros comenzaron a cancelarse hace 2 semanas.

Según las previsiones de los empresarios locales, marzo tenía una ocupación hotelera récord del 85 por ciento; sin embargo, ahora calculan que cerrará en un 40 por ciento, mientras que abril registraría también una caída del 50 por ciento.

La crisis económica local – que será un reflejo de la situación general del país- no sólo afectará a las empresas sino que les trabajadores, muches contratados de manera temporaria, verán afectadas sus fuentes de ingresos.La merma económica, que afectará al 90 por ciento de les habitantes de la ciudad que viven de manera directa o indirecta del movimiento turístico, será abrupta. Para este mes se esperaba la llegada de 40.000 turistas, aproximadamente. Pero ahora, calculan, habrá una merma de 25.000. El gasto promedio por turista es de 250 dólares. Por ende, las pérdidas económicas – por una menor cantidad de dinero en circulación que ya no se recuperará- serían de 400 millones de pesos (6,25 millones de dólares).

Además del caso ya confirmado, la provincia continúa con el monitoreo de otro turista francés aislado en El Calafate (donde se aguarda el resultado del Instituto Malbrán), como también la situación de otras personas que permanecen aisladas en Lago Posadas, Perito Moreno, Caleta Olivia y 4 casos en Río Gallegos.