Un desplome generalizado es lo que está viviendo la industria turística global ante la propagación del Covid-19, pandemia que ha golpeado la hotelería y la aviación, y cuyos efectos llevará mucho tiempo remediar. De hecho aún no se visualiza una salida a la incertidumbre que se vive en el planeta, por el contrario cada vez es más alarmante el creciente número de contagios que deja esta enfermedad.
En el caso de República Dominicana, persiste como elemento esperanzador, la actitud optimista en los líderes del sector, quienes tienen los ojos puestos en que al menos en verano se pueda volver a la normalidad y poder celebrar la gran cita de la comercialización turística en el país, como es el caso del DATE.
Aunque no se ha fijado una fecha para el evento, obviamente por el caos y la inestabilidad que vive el mundo, Asonahores sí confía en que podrá realizar en la temporada de verano la mayor feria del turismo dominicano.
Retomar la normalidad en la operatividad de los hoteles no será tarea sencilla, por lo que todo apoyo que provenga del Estado, será muy oportuno para el sector hotelero de este destino caribeño. El respaldo del Gobierno para el turismo debe ir en proporción con la trascendencia que tiene esta industria para la economía, de cual es la principal fuente de generación de divisas.
El turismo de RD, saldrá adelante, de eso no hay la menor duda, aunque se enfrente a una crisis tan titánica como la actual. En este tiempo las principales autoridades del sector público y privado, ligadas al turismo, deben mantenerse más unidas que nunca. Esa será como siempre se ha sabido, la mejor herramienta para enfrentar todo tipo de desafío.