La primera noticia la tuvimos el 25 de marzo en la cuenta de Twitter de Antonov Company. Tras año y medio de inactividad, sometido a una meticulosa revisión, el avión más grande del mundo, el Antonov AN-225, volvía a levantar el vuelo. Esa pista la siguieron varios medios especializados en aviación. No en vano este recuerdo de los años 80 tiene casi tantos seguidores como grande es esta máquina de volar.
El AN-225 es el avión más pesado y grande en servicio construido en el mundo. Mide 84 metros de largo, tiene 88 metros de envergadura y pesa 175 toneladas sin cargamento ni combustible. Su diseño fue concebido para transportar el transbordador Burán y otros componentes del programa espacial soviético. El primero de estos aviones se completó en 1988. Había planes para construir muchos más An-225, pero se frustraron ante la caída de la Unión Soviética y el fin del programa de transbordadores.
En 2016 se reactivó un proyecto que parecía muerto, con la colaboración de Ucrania y China. Ese año realizó un vuelo a Perth, Australia, donde fue recibido por 20.000 entusiastas, como una estrella del fútbol o del rock.
Desde entonces, apenas se ha sabido nada del AN-225. Y en 2018, al cabo, entró en talleres para una revisión que ha sido muy larga. Los aficionados a la aviación especulan que en esta época necesitada de grandes volúmenes de suministros de emergencia, el Mriya (sueño, en ucraniano) puede volver a tener un papel relevante.
La nave, equipada con seis motores, puede cargar hasta 250 toneladas mientras el Boeing 747-800 tiene una capacidad máxima de 140 toneladas y el Airbus 330, 65 toneladas. En el momento del despegue (MTOW) puede alcanzar un peso máximo de 640 toneladas. Tiene el récord de la carga más pesada transportada en vuelo, un generador eléctrico de 189.980 kilos de peso, en 2009.
Otro dato curioso: solo hay un Antonov An-225 en activo en todo el mundo. Resulta muy cara tanto la construcción como la hora en el aire. Se dice, no obstante, que Airspace Industry Corporation of China quiere hacerse con varias unidades de este modelo para lanzar satélites artificiales.
La semana pasada este avión despegó desde su aeropuerto en Kiev, Ucrania, para su primer vuelo de prueba antes de regresar al servicio, presumiblemente en unas semanas. El vuelo duró dos horas y el avión completó dos vueltas sobre el campo ucraniano antes de regresar al aeropuerto de Antonov (GML). La pista de aterrizaje es propiedad de la compañía y sirve como el principal centro de I + D y pruebas de vuelo para sus aviones de carga de servicio pesado.
Hace unos días, el hermano pequeño de este avión, el Antonov-124, transportó diez millones de mascarillas desde China al aeropuerto de Paris-Vatry, cerca de la capital francesa. Según la nota oficial de ese vuelo, el Antonov-124 puede transportar 650 m3 de mercancías, entre 10 y 13 millones de mascarillas por vuelo.