El sector turístico vive una debacle generalizada a causa de la pandemia de coronavirus y el momento en que la actividad empezará a remontar es todavía una incógnita. En este contexto sólo hay una certeza que comparten tanto patronal como administraciones: el turismo post-Covid-19 será distinto, como mínimo durante un periodo de tiempo aún indeterminado, y deberá adecuarse a la situación que vendrá una vez empiecen a levantarse las restricciones de movimiento. Así lo expresaron la consellera de Empresa, Àngels Chacón, y empresarios de la industria en una reunión mantenida este lunes para analizar el impacto de la caída del turismo en Catalunya.
Una de las primeras medidas que se tomarán para actualizar el sector tras el estado de alarma será la elaboración de un nuevo protocolo de salud e higiene que deberán seguir todos los establecimientos turísticos. Un comité de expertos médico elaborará la guía para el sector, que podría incluir reducción de aforos y distanciamiento social en hoteles o restaurantes entre otras medidas, explican fuentes del Govern. “Se trata de un trabajo a medio plazo que se consensuará con el sector y que empezará a aplicarse conforme se vaya recuperando la actividad”, subrayan desde la conselleria.
Chacón afirma que las caídas de reservas turísticas internacionales en Catalunya superan ya el 90% y los alojamientos prácticamente no están recibiendo reservas para futuras llegadas.
El turismo supone el 12% del PIB catalán y el 13% del empleo. Se trata de un tejido empresarial con mayoría de pymes –el 94% de las compañías turísticas en Catalunya tiene menos de diez trabajadores– que afrontan con un alto grado de inseguridad la temporada de verano e incluso la de otoño-invierno.
Imagen de archivo de viajeros del Imserso en una localidad catalana (Vicenç Llurba)
La Agència Catalana de Turisme iniciará en las próximas semanas una serie de campañas muy segmentadas para intentar atraer a viajeros de proximidad, tanto del interior de Catalunya como de otras comunidades autónomas colindantes o el sur de Francia, principalmente, aunque también se pondrá el foco en turistas de Bélgica, Alemania u Holanda, unos de los principales países emisores hacia Catalunya en verano y que optan principalmente por campings o resorts –los campings suponen el 30% de pernoctaciones–.
La conselleria sí espera que parte del turismo de ferias y congresos pueda recuperarse este año. Según sus datos, el 85% de estos eventos se han aplazado para después del verano en lugar de cancelarse, lo cual da un punto de optimismo en un contexto de pocas alegrías. De hecho, los análisis de Exceltur, la asociación de empresas del sector turístico, prevén que Catalunya sea una de las comunidades más afectadas por el hundimiento del turismo, con pérdidas de 10.881 millones de euros sin la temporada de verano.