La pandemia provocada por el coronavirus, cuyo epicentro se desplaza de Asia a Europa y desde Europa hasta Estados Unidos, continúa con sus efectos devastadores cobrando más vidas humanas, causando enormes pérdidas económicas y desafiando los sistemas de saludcon que cuentan las naciones del planeta.
El COVID-19, como también se conoce esta epidemia, es un enemigo invisible, silente y agresivo que ataca a los seres humanos sin distinción de persona, rango social y ubicación geográfica, y ha creado ya una crisis sanitaria, socialy económica de difícil y compleja solución.
El continente asiático, foco inicial del virus,ha demostrado que los países orientales infectados pudieron controlar su expansión y disminuir drásticamente los contagios y fallecimientos con la aplicación de medidas diversas y de fuerza.
Ante estos resultados positivos en contra de este microbio letal pulmonar, los asiáticos se encaminan a validar tratamientos médicos de cura y desarrollar la vacuna, que es el preámbulo para re-activar pausadamentesu dinamismo económico.
Mientras, en Europa y Estados Unidos, epicentros también del coronavirus, trabajan sin cesar para aplanar la gráfica logarítmica que muestra el crecimiento exponencial deinfectados y defunciones.
Ambos continentes, para tratar de revertir las desagradables proyecciones estadísticas del coronavirus, amplían sus sistemas sanitarios, las pruebas de laboratorio, los batallones de médicos, enfermeras y técnicos de salud,la comunidad científica y los suministros vitales que se requieren para enfrentar esta crisis.
Europa muestra algunos signos positivos en la lucha contra la pandemia (Alemania), mientras Estados Unidos es ahora el centro de la misma, con potenciales efectos devastadores que excederán a Europa y Asia.
Por la providencia divina,los países latinoamericanos no han sido centros de esta peste viral, pero sí atacados violentamente, por lo queluchan para evitar pérdidas humanas, problemas sociales, colapsos de sus sistemas sanitarios y las inevitables crisis económicas.
Para ganar estalucha por la vida, están siendo guiados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y por la experiencia de países que han reducido drásticamente los fallecimientos y las personas afectadas.
Sin embargo,los países latinoamericanos muestran serias debilidades en sus sistemas sanitarios, y lo que es peor, sus habitantes hacen caso omiso a las medidas de aislamiento social, protección personal y toques de queda para romper la cadena de contagiados.
En mi entrega anterior publicada por este importante medio electrónico, sugerimos que las pérdidas de divisas queproducirá la pandemia al turismo, remesas e inversión extranjera directa, sean compensadas parcialmente por las que genera el sector minero nacional.
Estas sugerencias se basan en la geodinámicacontinental de la República Dominicana yen las condiciones geológicas, tectónicas y volcánicas que produjeron yacimientos mineros que han sido descubiertos con méritos económicos para extracción.
De esos tesoros que la naturaleza nos brinda para el bienestar de todos, solo escogeréaquellos que están en actividades productivas y no a los que en corto plazo o mediano plazo, pudieran también ser desarrollados y comercializados como productos de exportación nacional.
A-Deposito aurífero refractario de Pueblo Viejo.
El cuerpo aurífero mineralizado de Pueblo Viejo-Cotuí nos ha acompañado desde los tainos hasta la fecha.
En pleno siglo 21se encuentra en la posición privilegiada de las primaras diez minasmás productivas de oro del mundo,y todavía sus reservas cabalgarán por más de dos décadas en el mercado internacional de los metales preciosos.
Desde el 2013 hasta el 2019, este yacimiento mantuvo una producción anual aproximada de un millón de onzas de oro(1, 000,000 onzas Au/año).
En estos momentos se encamina a un proyecto de expansión que de acuerdo a su estudio de factibilidad, proyecta unainversión extranjera directa(IED) demil trescientos millones de dólares (US$1,300 millones).
Esta IED se invertirá en desarrollo minero, planta de proceso, remediación ambiental y presa de colas, ypermitirá producir a partir de 2024 novecientas mil onzas de oro por año (900,000 onzas de Au/a)hasta el 2044.
La empresa Barrick-PVDC, de capital canadiense, es quien lleva acabo la producción del yacimiento de Pueblo Viejo-Cotuí, avalada por un contrato especial aprobado por el Congreso Nacional. Es la empresa líder de las exportaciones nacionales.
En donde el Estado dominicano tiene garantizada una participación mayor al 50% de las ganancias y es responsable de entregar el 5% de la ley 64-00 a los gobiernos locales o cabildos.
B-Yacimientos lateriticos de la concesión Quisqueya.
La mineralización contenida en los yacimientos lateriticos de La Vega y Bonao, trajo consigo la apertura del primer complejo minero-metalúrgico desarrollado en la República Dominicana en el año 1972, por la empresa Falconbribge Dominicana (Falcondo), de capital canadiense para esa fecha.
Desde el inicio de sus operaciones industriales ha contado con una capacidad instalada para producir entre 15,000 y 30,000 toneladas de ferroníquel por año, dependiendo de si alimenta una línea(15,000 t/a)o dos líneas (30,000t/a).
Falcondo fue adquirida por la empresa Americano Níquel (AN) en el 2014,propiedad de un fondo de inversiones europeos. Esta importante transacción, que es normal en la industria extractiva, se realizó sin alterar la participación del Estado dominicano, que desde la década de los 70 del siglo pasado,es superior al 50 % de sus utilidades.
Este negocio para el país está garantizado por otro contrato especial reafirmado por el Congreso Nacional, que desde su firma distribuye cuantiosos fondos a las provincias que alojan su materia prima.
A partir de que la nueva Falcondo reiniciara sus operaciones industriales en el 2016 con el apoyo de profesionales, técnicos y operadores locales, redujo sus costos de minado y optimizó la planta de proceso.
Las reservas probadas de Falcondo permiten unaproducción óptima hasta el 2038, dependiendo de múltiples factores, entre ellos, el precio del ferro-níquel y del petróleo en el mercado internacional.
C- Yacimiento polimetálico Cerro de Maimón.
Los recursos rentables conservados en Cerro Maimón-Sur fuerondescubiertos por el geólogo dominicano Severo Chávez liderado por el ingeniero Jonathan Ruiz, como también fueron realizadas por técnicos del suelo patrio, las modificaciones de la planta de proceso que hoy produce concentrado de zinc.
Este importante hallazgo geológico junto a los trasformaciones metalúrgicas generó un cambio de excavación en el yacimiento,al pasar la mina de cielo abierto a subterránea; lo queconduciráa la Corporación Minera Dominicana (CORMIDOM) a comercializar alrededor de dos mil millones de dólares (US$ 2,000) en concentrado hasta el 2032.
Para lograr esta meta económica en la primera mina subterránea metálica de la República Dominicana, se proyecta que estará produciendo 20,000 toneladas métricas de concentrado de Cobre y 20,000 toneladas métricas de concentrado de Zinc por año, cuandoconsigan el punto óptimo de la productividad.Durante ese lapso de tiempo, se prevé una IED escalona que ronda los mil millones de dólares (US$ 1,000)
Cabe destacar que CORMIDON es la única empresa de minería metálica que opera con una concesión de explotación debido a la Ley 146-71. Esto quiere decir que no cuenta con un contrato especial aprobado por el Congreso Nacional, sino que se sustenta en base a la seguridad jurídica del país, como es la norma en la mayoría de los países que fomentan la minería responsable del siglo 21.
Por medio de la cual, el Estado dominicano recibe beneficios superiores al cuarenta por ciento (40%) de rentabilidad, sin sumar el cinco por ciento (5%) de la Ley 64-00, que CORMIDOM entrega directamente a los gobiernos locales de su entorno operativo.
Estos yacimientos que están actualmente en producción, y paralelamente en vía de ampliación con optimización de sus procesos industriales, son la fuente idónea para contrarrestar la disminución drástica de divisas frescas que ha provocado la pandemia causada por el coronavirus.
Como técnico y especialista en la materia de dilatado ejercicio profesional, confirmo que la minería ayudará a nuestra República Dominicana a la recuperación económica de esta catástrofe sanitaria global.
En tiempo de crisis, la agricultura y la minería son las dos industrias básicas con que cuenta la humanidad para elevarse sobre sus ruinas; ambas están listas para cumplir sus roles históricos de siempre ante este peligroso virus que nos ataca y disminuye a todos.
Quise divulgar los datos de la producción de la minería metálica nacional, no solo por su potencial económico, sino también para que no se alegue desconocimiento o ignorancia, y para que el sector minero sea conocido y valorado en su justa dimensión por todos los dominicanos.
Incluso, para quela politiquería y las opiniones alegresy sin base técnica-científica no sigan alimentando una negatividad absurda y fanatizada en contra de la importante industria minera nacional que, indudablemente, será uno de los motores principales con que enfrentaremos los problemas que deje COVID-19 cuando sepamos que llegó a su fin.
Las autoridades actuales y las por venir, los especialistas en la materia, los técnicos y profesionales más idóneos de nuestro país, deben entender esta realidad para contribuir a que la sociedad sepa que con todo y coronavirus la República Dominicana tiene recursos humanos, agropecuarios, mineros y de otro orden domestico para salir adelante, hasta que el turismo y las remesas se recuperen de esta pandemia.