Más deuda, una caída de la recaudación, la ampliación del déficit fiscal y un sector turístico que se lleva en cadena a otras actividades económicas son las señales de alarma que observan el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la economía dominicana debido al nuevo coronavirus.
Este domingo el Banco Mundial presentó su pronóstico semestral en un año inédito ante la pandemia del COVID-19. En el informe indica que la economía de República Dominicana no crecerá este año, aunque tampoco caerá, sino que terminará en cero. Pero lo que sí avanzará, según la proyección del multilateral, es el endeudamiento, que pasará de representar 40.4 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2019 hasta 45.3 % del PIB al cerrar este año, según pronostica el BM.
También, y en esto coincide con los datos del BID, el déficit fiscal será la otra gran víctima del nuevo coronavirus. Ambos multilaterales estiman que la brecha entre los gastos y los ingresos se duplicará con respecto a lo que se esperaba, que era un -2.2 % del PIB. El Banco Mundial señala que llegará a -4.7 % del PIB este año.
“Después de un periodo de crecimiento sostenido en República Dominicana, se proyecta que el COVID desencadene una desaceleración e interrumpa la consolidación fiscal”, indica el más reciente reporte semestre del Caribe y Centroamérica del BM.
Por su parte, el BID no hace una estimación concreta del resultado económico para este año, pero sí proyecta que las recaudaciones podrían disminuir entre 2.3 y 3 % del PIB, y que la situación del mercado petrolero internacional y la fuerza en la cotización del oro podrían incidir en las cuentas nacionales, aunque dependerá del resultado real que tenga el sector turismo.
En esta actividad el BID maneja varias proyecciones: en un escenario medio en el que la pandemia se extiende durante tres meses, la caída de los ingresos turísticos equivaldrían a 0.8 % del PIB, pero si el COVID-19 dura nueve meses, la reducción de ingresos turísticos para República Dominicana serían de 2.3 % del PIB.
El organismo regional agrega que lo peor de la caída del turismo es todo lo que puede arrastrar consigo. “El choque negativo al turismo tendría efectos de segundo orden en la agricultura, la manufactura, la construcción y los servicios. El sector turístico adquiere 45% de sus insumos de proveedores locales y emplea unas 728,500 personas directa e indirectamente, equivalente a 16% del empleo total.