El turismo doméstico va a despertar en julio y agosto

El turismo doméstico va a despertar en julio y agosto
El turismo doméstico va a despertar en julio y agosto

El turismo doméstico, que en 2019 supuso el 68% del total, será el que más rápido se reactive. Simon-Kucher & Partners espera una recuperación en forma de U para el mercado español y en U/L para los internacionales.

Según sus pronósticos, en junio se verá un primer brote verde (muy pequeño) debido a la reanudación de los viajes de necesidad a nivel nacional. Más adelante, en julio y, sobre todo, en agosto, el turismo doméstico “va a empezar a despertar con viajes a destinos de la Península donde se pueda acceder de forma flexible y segura en coche”.

La consultora entiende que Baleares y Canarias “tendrán que esperar un poco más”. La mayoría de estos viajes, según siempre Simon-Kucher & Partners, serán a segundas residencias o apartamentos vacacionales, con estancias más cortas que en años anteriores.

En cuanto al turismo internacional, entiende que la reactivación “será muy complicada en verano”. “Va a haber una recuperación mínima en los mercados más próximos pero se va a centrar en clientes fidelizados que conocen un destino u hotel y que se sienten seguros viajando allí o que directamente tienen una segunda residencia en España”, apunta.

Recuperación más visible a partir de septiembre

La consultora prevé que en los meses de septiembre y octubre se observarán signos mucho más visibles de recuperación, con el mercado nacional mucho más tranquilo y prefiriendo el turismo doméstico al de largo radio. De cara a finales de año, se percibirá una mayor demanda, también asociada a los eventos y conferencias que se han pospuesto durante estos meses.

Según el gerente de Simon-Kucher & Partners, Carles Munich, “a medida que se vaya mitigando la incertidumbre general, será fundamental devolver la confianza al consumidor a lo largo de toda la cadena de valor turística”. “Las empresas deberán estar preparadas y tener una respuesta rápida y eficaz a las fluctuaciones de demanda y a las nuevas barreras y motivadores del cliente”, agrega.

En base a la situación actual, la consultora estima que los ingresos turísticos podrían caer entre 70.000 y 80.000 millones de euros, con una pérdida temporal de 1,1 millones de empleos. Todo ello se traduciría en una caída del 5,3% del PIB nacional, lo cual se vería acentuado en las regiones más dependientes del turismo (Canarias y Baleares).

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