El turismo afronta el peor año de su historia

El turismo afronta el peor año de su historia
El turismo afronta el peor año de su historia

«Muere de sed el mar. Se retuerce, sin nadie, en su lecho de rocas”. Sin pretenderlo, Octavio Paz describe el destino que han vivido las playas españolas esta Semana Santa y el que vivirán este verano si no se produce un milagro. El turismo se desangra ante los efectos del coronavirus, la pandemia que está provocando la crisis más grave del sector de toda su historia y que dará un importante hachazo a la riqueza del país, el segundo más visitado del mundo.

En pleno confinamiento y sin certidumbre alguna sobre cuándo podrán abrirse los establecimientos hosteleros, sobre cuándo y a dónde podrán viajar nacionales o extranjeros, por qué medio o con qué protocolos de seguridad, las únicas certezas son que en 2020 no se repetirá por octavo año consecutivo un récord en la llegada de turistas internacionales a las playas españolas y que las pérdidas que acumularán las empresas que participan en esta industria serán descomunales.

Los principales protagonistas del sector han trazado los posibles escenarios a que se va a enfrentar el turismo este año. Las previsiones son demoledoras. Tras dejar de ingresar los 18.000 millones de euros de la Semana Santa, acorde a las agencias de viajes agrupadas en Fetave; el lobby de las mayores empresas de la industria, Exceltur, ya da por superado el segundo de los horizontes planteados el pasado 31 de marzo: que las pérdidas alcancen 55.000 millones de euros. Ahora se sitúa en el tercero, que arroja unas pérdidas directas e indirectas del turismo de 92.500 millones de euros o, lo que es lo mismo, que el 61% de los ingresos del año pasado se vayan al traste.

Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá Hotels International, asegura que van de cabeza hacia una caída de ingresos de 100.000 millones. “Mientras no haya una vacuna contra el coronavirus, el turismo va a estar muy tocado. Y para conseguirla se necesita un año, con lo que hasta noviembre, diciembre o enero el negocio no podrá empezar a recuperarse”, vaticina.

“La situación es dramática. Pensamos en empezar a trabajar con cierta normalidad el año que viene. Y veremos si se puede salvar algo de esta Navidad en Canarias, su temporada alta”, coincide Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos.

La locomotora económica nacional, que aporta un 12,3% del PIB, ha sido la primera en sufrir el zarpazo de la covid-19, con las restricciones de la movilidad y el cierre de las fronteras, y será la última en abandonar el calvario y comenzar a remontar cuando se levante el estado de alarma, posiblemente en mayo. “El turismo y las líneas aéreas son los negocios más afectados de todos por la pandemia y los más perjudicados tanto en la fase de confinamiento como después y, en términos macroeconómicos, los que explican en parte que no vaya a haber recuperación en forma de V”, indica Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, que prevé un desplome del 58% del consumo final de no residentes.

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