El esqueleto de la globalización del mundo se sustenta sobre las grandes ciudades. Esta es la clave que explica por qué el turismo masivo que se ha ido incrementando en las últimas décadas se ha convertido en algo insostenible que puede que tengamos que cambiar.
A raíz de vivir una pandemia global que está cambiando muchos ideales ya asentados, nuestras vidas han dado un vuelco radical y, en muchos aspectos, ya no volverán a ser las mismas.
Aún es difícil hacer un balance de cuáles serán los cambios que se introducirán en la organización del sistema turístico de los países que más personas reciben cada año, sin embargo, está claro que el control de los sistemas de protección individual y colectivos frente a agentes infecciosos se van a poner en un primer lugar de diversos modos.
Las investigaciones científicas han sido confirmadas
Los epidemiólogos que realizan estudios sobre los modos de contagio y las estrategias más adecuadas para hacer frente a grandes epidemias ya habían anunciado el peligro. Son muchos los países que no estaban preparados para luchar contra un virus de gran capacidad de contagio y esto se ha visto reflejado en la situación actual que vivimos a nivel global.
La forma correcta de actuación se inicia en cada persona con una actitud comprometida y colaborativa, sin embargo, no se puede cargar la responsabilidad de la gestión de un virus altamente contagioso en cada ciudadano. La gran mayoría de las personas tienen interés en mantener la salud de su organismo de una forma activa cuidando su alimentación o siguiendo pautas sencillas de forma cotidiana. Sin embargo, ante situaciones particulares es necesario ofrecer un modo de actuación que oriente a los ciudadanos para un comportamiento conjunto que sea realmente útil contra el virus o el agente infeccioso.
Para ello es necesario que las autoridades de cada país tomen el mando con seguridad y sean asesorados por los mejores profesionales científicos. Sin embargo, la protección va mucho más allá y debe tener un carácter de prevención más que de curación. Las medidas de control de accesos en zonas de mayor afluencia turística, las fuertes inversiones en sanidad pública y una eficiente organización de los recursos son base fundamental para el éxito de la lucha contra las pandemias.
El turismo se ve afectado seriamente
En relación con lo expuesto, está claro que el turismo se presenta como un elemento esencial que debe ser controlado con extrema atención. Esto es así porque la llegada masiva de personas de todas las partes del mundo a las grandes ciudades las convierte en la puerta de entrada a multitud de agentes infecciosos que pueden dar lugar a cualquier brote de las enfermedades más diversas.
Esto ha pasado con el Covid-19 que veíamos realmente lejano cuando en Wuhan se encontraba la población ya confinada. Sin embargo, en un vuelo de pocas horas una persona infectada puede estar entrando en la capital de cualquier país introduciendo el virus y planteando un problema ante un sistema poco preparado para recibirlo.