La industria turística española trabaja a pleno rendimiento para intentar adaptarse a la era post-Covid. Pese a que el Gobierno ha situado el turismo como uno de los últimos sectores en retomar la actividad –probablemente para finales de año–, las empresas de la hostelería están diseñando ya estrategias que, junto a la normativa de las autoridades sanitarias, permitan mantener un área económica que aporta el 12% del PIB español y más de dos millones de empleos directos.
El presidente de la asociación hotelera de Tenerife y La Palma (Ashotel), Jorge Marichal, que también preside la asociación de la patronal española, pidió ayer que, una vez se reanude la actividad turística, las personas que quieran viajar a Canarias sean sometidas a test rápidos de coronavirus en sus aeropuertos de origen.
Los pasajeros mostrarían así un documento oficial que acreditaría que están libres de la Covid-19. Esta opción también está en fase de estudio por el Instituto Tecnológico Hotelero, una institución vinculada a la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) que está trabajando en las recomendaciones que el sector debería seguir tras su reapertura.
El presidente de Aena, Maurici Lucena, expone a los Reyes la situación de los aeropuertos
En el caso de Canarias, cuya principal industria es el turismo (35% de su PIB), la patronal hostelera propone además que tanto turistas como residentes cuenten con aplicaciones en sus móviles que permitan realizar la trazabilidad de sus movimientos y conocer en todo momento con qué personas han estado en contacto, creando una especie de “pasaporte biológico”, señalan desde Ashotel.
“Estamos evaluando qué medidas serán las más adecuadas para garantizar la seguridad de los trabajadores, de los turistas y de los residentes, que deberán ser iguales para todo el sector”, señala Manel Casals, director general de Gremi d’Hotels de Barcelona.
Un pasajero ante los paneles de información del Aeropuerto de Barcelona-El Prat
Un pasajero ante los paneles de información del Aeropuerto de Barcelona-El Prat (Alejandro García / EFE)
En la industria turística preocupa que se genere una ola de turismofobia por temor a que los visitantes aumenten el riesgo de contagio de coronavirus, por lo que buscan fórmulas que garanticen la seguridad sanitaria de la población y que permitan retomar la actividad.
El sector prevé que el turismo nacional sea el primero en reanudarse, una hipótesis que reforzó ayer el presidente de Aena, Maurici Lucena, en la reunión telemática que mantuvo con el rey Felipe y la reina Letizia para exponerles la situación de los aeropuertos españoles. Lucena explicó que la previsión es que, una vez se reduzca la pandemia, el tráfico aéreo se recupere en tres fases, comenzando con los vuelos domésticos, luego las rutas con países de la UE y posteriormente, las conexiones al resto de países.