Las playas, el objeto de deseo del desconfinamiento

Las playas, el objeto de deseo del desconfinamiento
Las playas, el objeto de deseo del desconfinamiento

El buen tiempo y el levantamiento del veto a pasear y practicar deporte han convertido las playas en objeto de deseo del desconfinamiento. El baño en el mar y tomar el sol siguen prohibidos, pero caminar por la arena sí es una opción permitida por numerosos Ayuntamientos costeros de toda España. Así será en casi todas playas catalanas de la Costa Brava y la Costa Daurada, en las que se permitirá un acceso controlado, en Valencia, donde también se podrá hacer deporte, en Gijón, San Sebastián o Vélez-Málaga.

En Barcelona, sin embargo, seguirán cerradas. La ciudad, que reabrió este viernes la mitad de sus parques, mantiene cerradas sus playas. El Ayuntamiento de Ada Colau ha decidido, de momento, alargar la prohibición de pisar la arena en sus cinco kilómetros playeros. Sant Adrià de Besòs, la extensión natural de las playas de Barcelona, ha tomado la misma decisión. Badalona, en cambio, sí permite acceder a la arena, siempre que se respeten las normas de cuidado y de distancia obligatoria entre personas. El mismo principio permisivo rige en Castelldefels y Gavà. Incluso en Salou (Tarragona), donde al principio del confinamiento el alcalde, Pere Granados, señaló directamente el cierre de playas como una forma de evitar la propagación del virus, se ha relajado la prohibición.

Caso parecido es el de la costa barcelonesa del Garraf, donde primero hubo unanimidad de las localidades para restringir totalmente el acceso a las playas y ahora han reculado. Desde este fin de semana, Vilanova i la Geltrú sí permitirá pasear por la arena y Sitges reabrirá los accesos a casi todas sus playas el próximo lunes 4 de mayo. El Ayuntamiento ha explicado que serán accesibles todas las playas excepto Bassa Rodona, Estanyol y Riera Xica, porque tienen poca arena y no se puede garantizar que las personas mantengan la distancia de seguridad, y las playas naturales como Cala Morisca, la playa de l’Home Mort, la Desenrocada o la de Santa Bàrbara.

En las Terres de l’Ebre, en Tarragona, municipios como l’Ametlla de Mar o Sant Carles de la Ràpita también dan luz verde a pasear por los arenales, siempre que se respete la obligatoria distancia de seguridad y se eviten las aglomeraciones. En este sentido, la prohibición de organizar picnics, juegos deportivos en grupo o reuniones sociales sigue en pie y es generalizada a lo largo de todo el litoral.

En Valencia, la situación es similar. La Policía Local informó el viernes en su cuenta de Twitter de que las playas de la ciudad están “abiertas a pasear y practicar deporte” dentro del horario autorizado por el Gobierno en el plan de desescalamiento. Pero precisó que el baño y tomar el sol siguen prohibidos.

El Ayuntamiento de Gijón ha decidido “flexibilizar” la orden ministerial sobre las condiciones en las que se puede realizar actividad física no profesional al aire libre, para que los practicantes de surf que viven lejos de la playa puedan usar su coche para transportar el material. El concejal de Actividad Física y Deporte, Ramón Tuero, recordó que el baño en las playas está prohibido, circunscribiéndose la entrada al mar solamente para practicar la natación en aguas abiertas. En San Sebastián, los donostiarras pueden pasear también por las playas y parques. El Consistorio anunció el jueves la reapertura de estos espacios, que habían permanecido cerrados hasta ahora.

El Ayuntamiento de Vélez-Málaga mira más allá y se prepara para la reapertura completa de las playas. Ha puesto en marcha un “mecanismo innovador” para delimitar espacios en los 22 kilómetros de playas de su litoral, informa Nacho Sánchez. Se trata de un rodillo movido por un tractor que, en cada giro, marca una señal horizontal. De esta manera, crea cuadrículas de unos 2,5 metros de lado cada una. “No vamos a escatimar en medidas de seguridad para que todas las personas que acudan a nuestras playas lo hagan en un entorno seguro”, explicó el concejal de Playas del Ayuntamiento veleño, Jesús Pérez, que cree que así se podrá mantener la distancia de seguridad entre quienes pongan toallas y sombrillas en los arenales.

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