El Consejo Mundial Viajes ve posible la llegada de turistas a España este verano

El Consejo Mundial Viajes ve posible la llegada de turistas a España este verano
El Consejo Mundial Viajes ve posible la llegada de turistas a España este verano

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en inglés) considera que España podría recibir a turistas extranjeros este verano, aunque lo supedita a la implementación de protocolos adecuados, definidos en coordinación con la Unión Europa (UE) y el sector privado.

«Obviamente, no sería el volumen del año pasado, pero puede ser un porcentaje interesante» para ayudar a salvar el verano, junto al turismo nacional, que será el primero en reanudarse, ha señalado a Efe la presidenta y consejera delegada del WTTC, Gloria Guevara, que apunta a «un gran interés» por parte de alemanes y británicos de pasar sus vacaciones en España.

Según Guevara, los principales turoperadores europeos están preparando programas piloto para abrir algunos mercados en el sur de Europa y podrían incluir a España, aunque otros destinos como Portugal o Grecia tienen la ventaja de contar con una imagen más favorable, tras una buena gestión de la crisis de la covid-19. España se encuentra, junto a China, Italia, Reino Unido o Nueva York, entre los destinos, cuya imagen se ha visto dañada por ser los epicentros de la covid-19 y, en este sentido, en su opinión, han sido «muy relevantes», para ayudar a mejorarla, los mensajes dados hacia fuera por la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de Exteriores, Arancha González.

Sector privado

Para Guevara, es fundamental en el proceso de recuperación la colaboración público-privada; la utilización de plataformas como la G20, de la que España forma parte, y la coordinación con otros países de la UE porque «lo que menos le conviene a España es que Alemania se abra por ejemplo sólo a Austria y nada más».

El turismo tardó mucho en recuperarse de la crisis de 2001 (los atentados del 11-S) porque, precisamente, se tomaron decisiones aisladas, sin involucrar al sector privado, y los gobiernos, enfocados en la seguridad, determinaron los procedimientos en los aeropuertos, implementando cada país los que consideró convenientes, ha alertado. Hasta el día de hoy no existe un estándar global y, dependiendo del aeropuerto al que se vaya, se piden protocolos distintos, por lo que la recuperación fue «lenta y dolorosa», ha lamentado.

Recuperación

Guevara ha recordado que el turismo tardó 34 meses en recuperarse de las primeras pandemias que fueron regionales y de la última, unos 10, mientras que ahora nos enfrentamos a una crisis sanitaria global y su impacto es mayor. Costará, por tanto, un poco más de 10 meses (unos 12) salir de ella, pero, por otro lado, el hecho de que haya tantos países involucrados, permite contar con más recursos e interés en una rápida recuperación.

En comparación con pandemias como SARS o MERS, tras las que se ha seguido viajando, a pesar de que no existen vacunas, aislando a los enfermos, el nuevo virus es asintomático en muchos de los casos, lo que hace que sea más difícil identificarlo y que de nada sirvan los protocolos de antes como, por ejemplo, de medición de la temperatura, ha añadido.

Pasaporte sanitario

El WTTC está en contra de que se reinventen cosas como por ejemplo un pasaporte sanitario, que existió hace varias décadas y supuso «un papeleo que, además, se prestaba a un poco de corrupción», porque «lo que menos queremos son más trámites innecesarios que compliquen la operación». La directiva se ha mostrado a favor de que, cuando se tenga ya la vacuna, se incorpore esa información de forma digital, mientras que, en el período previo a contar con ella, se aisle a los contagiados, haciendo tests en los aeropuertos y aprovechando las ventajas que brinda la tecnología a través de aplicaciones como «contact tracing» (el rastreo de contactos) para saber si se el turista ha estado en contacto con una persona infectada antes y durante el viaje.

Guevara no cree que la covid-19 revolucione la forma de hacer turismo ni los hábitos de los consumidores, tan solo puede cambiar un poco las precauciones que tomen a la hora de viajar y, en cambio, está segura de que acelerará la agenda de sostenibilidad, lo que es positivo, además de poner de relieve el impacto social que tiene el sector en los países en desarrollo.

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