Las comunidades autónomas con mayor dependencia del turismo están preparando ya “corredores sanitarios” con regiones europeas donde el coronavirus tenga poca incidencia. El objetivo: traer viajeros a España de forma controlada y tratar de salvar así la campaña de verano del hundimiento total. Se trata de una cuestión de supervivencia económica, sostienen en estos territorios, cuya riqueza depende en gran parte de un turismo altamente estacional.
En Baleares y Canarias, por ejemplo, la industria turística aporta más de un tercio del PIB y un 40% de los empleos, frente al 12% de la media española –el negocio de los viajes generó en 2018 unos ingresos de 147.946 millones de euros según el INE–. Ahora afrontan el reto de evitar una destrucción masiva de trabajo a la vez que protegen la salud de sus habitantes.
Controles
No habrá barra libre para los turistas, sólo podrán venir los que no estén infectados
Los gobiernos de las islas son los que más han avanzado en la preparación de los corredores turísticos, que intentarán poner en marcha en julio si la situación de la pandemia lo permite y cuentan con el visto bueno de los ministerios de Sanidad y de Industria y Turismo, al tanto de esta iniciativa. Antes, en la segunda mitad de junio, las dos comunidades quieren hacer viajes piloto y probar así las medidas y la tecnología con la que preparan estos corredores, avalados por la Comisión Europa esta semana.
La presidenta de Baleares, la socialista Francina Armengol, ha ofrecido las islas como territorio de prueba. Su intención, explican desde el Gobierno autonómico, es llegar a acuerdos con lander alemanes donde la situación epidemiológica sea similar a la de Baleares –Formentera pasa mañana lunes a la fase 2 de desescalada y se espera que todo el archipiélago pueda alcanzar la fase 3 en julio–. El plan pasa por abrir el aeropuerto de Palma de forma excepcional a vuelos pactados con determinadas regiones alemanas para comprobar cómo funcionan los protocolos de seguridad durante los trayectos en avión y los alojamientos. Si la experiencia funciona el corredor turístico podría ampliarse. “En Baleares el control de la pandemia nos sitúa en una posición de salida aventajada y los contactos con líneas aéreas y turoperadores indican que Mallorca cuenta con la confianza para recuperar flujo turístico tan pronto como sea posible”, señalan en la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca.
Fuentes del sector explican que el Gobierno balear está en conversaciones con grupos alemanes desde hace más de un mes para explorar esta vía. El touroperador germano TUI –que prevé recortar 8.000 empleos por la caída del turismo– ha hecho gestiones también con algunos estados federales en Alemania y la semana pasada insistió en que hay “demanda” para viajar a las islas. El año pasado visitaron España más de 13 millones de turistas alemanes –el segundo grupo por detrás de los viajeros del Reino Unido–, con destino principalmente a Baleares y Canarias. Este mismo lunes el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, mantendrá una reunión telemática con representantes de España, Italia, Grecia, Croacia y Malta para tratar el levantamiento de las restricciones de los viajeros en Europa.
En las islas españolas
La Organización Mundial del Turismo probará una app de control de la Covid-19
En Canarias, el Gobierno dirigido por Ángel Víctor Torres insiste en que su proyecto va más allá del corredor turístico. “Hemos puesto en marcha un laboratorio de protocolo turístico de seguridad, con 18 equipos de trabajo técnico para fijar cómo han de actuar cada uno de los eslabones de la cadena turística en esta nueva etapa”, explican desde la consejería de Turismo canaria, que asegura que los protocolos estarán validados por epidemiólogos y serán “viables económicamente”.
Esta última semana Canarias ha acelerado los contactos con Aena, aerolíneas y turoperadores para acordar las condiciones de los viajes. “A las islas no puede venir cualquier turista, aerolíneas y agencias nos han de asegurar que quien llega no está infectado”, insisten. Importar casos de coronavirus podría generar una oleada de desconfianza hacia el turismo difícil de contener y provocaría una fuerte crisis con derivadas políticas, sanitarias y económicas. La llegada de turistas, de producirse, no será masiva y estará altamente vigilada.
Este viernes han comenzado a verse embarcaciones navegando por el interior del puerto de MahónEste viernes han comenzado a verse embarcaciones navegando por el interior del puerto de Mahón (David Arquimbau Sintes / Efe)
La Organización Mundial del Turismo prepara un viaje piloto a Canarias, probablemente para julio, en el que pondrá en práctica algunas de las nuevas reglas que regirán el turismo pospandemia. En concreto, probará una especie de pasaporte sanitario para los visitantes, que se instalarán una app, llamada hi+Card, en sus teléfonos diseñada por una empresa del archipiélago.
Los viajeros de este vuelo, cuya procedencia aún no está cerrada, tendrán un perfil digital único en sus móviles, donde una entidad sanitaria, acreditada por el Ministerio de Sanidad, subirá la información médica. “Así, se evita la posibilidad de crear perfiles falsos o manipular los registros médicos”, explicó Antonio López de Ávila, cofundador de la aplicación, durante la presentación del acuerdo.
Otros territorios siguen muy de cerca los pasos de Canarias y Baleares para intentar salvar el verano. En Catalunya, la secretaria de Turisme confirma que “los corredores turísticos son una idea interesante, nos gusta”, aunque matizan que es el Gobierno central el que debe liderar su puesta en marcha. “Que se puedan activar depende de decisiones estatales, son los que tienen las competencias”, subrayan desde Turisme. La Generalitat ha preparado en cambio campañas de promoción para atraer turistas de otras zonas de España y del sur de Francia que activará tan pronto se avance en la desescalada, mientras que algunos municipios turísticos, como Salou o Lloret de Mar, ya han lanzado sus propios protocolos sanitarios. La Comunitat Valenciana presentó esta semana su plan, que, de momento, se enfocará al mercado local. Los turistas estarán este verano más buscados que nunca.