El turismo, “la industria sin chimenea” de la economía dominicana, como la llaman los economistas debido a que un 30% de las divisas del país dependen de forma directa de este sector, enfrenta -por segundo año consecutivo- problemas, esta vez a causa de la pandemia del coronavirus que obligó al Estado dominicano a cerrar las fronteras por aire, mar y tierra.
En el segundo semestre del 2019, el sector turístico dominicano, con sus más de 327 000 empleos directos (según datos del 2016), es el destino de una inversión extranjera directa que entre el 2013 y 2016 sumó 1837.2 millones de dólares. Pero a partir demayo del año pasado estuvo bajo la lupa mediática debido a informes de muertes de turistas en lugares considerados paradisíacos, como Punta Cana.
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El sector estaba dejando atrás esa mala racha que provocó una caída de 4.2% en la llegada de visitantes extranjeros por vía área, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), y entonces llegó la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con datos del segundo informe especial sobre el impacto de la COVID-19 presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) el turismo de RD tendría pérdidas equivalentes a un 2.5% en el producto interno bruto (PIB) del país si el paro en el sector se prolonga seis meses, o de un 1.3% si solo dura tres meses.
Ante ese panorama, la República Dominicana se adelanta en el Caribe y reinicia sus operaciones el próximo primero de julio por el aeropuerto de Punta Cana, la mayor puerta de entrada del turismo del país.
En ese sentido, varias cadenas hoteleras han anunciado sus fechas de reapertura para la primera semana del próximo mes. Andrés Pichardo Rosenberg, presidente de Casa de Campo Resort y Villas, anunció que ese complejo reanudará sus operaciones a partir del 1 de julio “para continuar ofreciéndoles a sus clientes las mejores experiencias vacacionales en el Caribe”. El ejecutivo detalló el protocolo a implementar dentro del programa de normas de bienestar y seguridad de salud “Casa Cares”, el cual forma parte de las acciones que se están desarrollando para prevenir contagios de COVID-19, así como para asegurar el más alto nivel de seguridad en la propiedad.
Así mismo, Ernesto Veloz, presidente de la Asociación de Hoteles y Proyectos Turísticos del Este (Asoleste), aseguró que el segmento de turismo está listo para recibir visitantes. “La apertura del sector se realizará paulatinamente con una pequeña baja en los primeros meses”.
Aseguró que la mayoría de los hoteles de Bávaro-Punta Cana estarán recibiendo huéspedes desde principio de julio, ya que en el destino se han comenzado a realizar reservas tanto de turismo interno como internacional.
Desde el Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, informaron que tienen previsto reabrir el día 5, con un plan de sanitización y de higienización para sus huéspedes y colaboradores.
En tanto que otros centros turísticos, como el Grupo Lifestyle, de la Costa Norte del país, reiniciará sus operaciones el primero de agosto. Aseguraron que la reapertura se realizará bajo todas las medidas de seguridad y sanidad que establecen los protocolos para garantizar el bienestar de sus huéspedes y colaboradores.