Llegas al aeropuerto, sacas la tarjeta de embarque, pasas el control de seguridad maleta en mano, te entretienes en las tiendas de Duty Free, haces tiempo tomándote un café, buscas tu puerta de embarque, saludas a la azafata, entras en el avión, te sientas, te colocas el cinturón… y te das media vuelta. El avión no va a ninguna parte. Es la experiencia que ofrecen los llamados fake flights (o vuelos falsos), el último grito en el aeropuerto Songshan de Taipei, la capital de Taiwán.
Sus instalaciones permanecen cerradas desde que arrancó la pandemia de la Covid-19 y el estado insular administrado por China decidió cerrar las fronteras en marzo. De hecho, el Gobierno sigue aconsejando a sus ciudadanos que no salgan del país. Por ello, y pese a su buena gestión de la crisis, a los responsables del aeropuerto no se los ha ocurrido mejor manera de aprovecharlas que inventándose esta simulación en la que se realiza todo el proceso que lleva consigo viajar en avión menos… volar.
Un tripulante acompañando a los pasajeros.TAIPEI SONGSHAN AIRPORT
La original propuesta turística está pensada para todo aquel que no pueda soportar sus ganas de moverse por el mundo en estos tiempos de coronavirus. Los primeros protagonistas fueron 60 viajeros frustrados que resultaron ganadores de un concurso promovido por el propio aeropuerto a través de las redes sociales. Fueron elegidos al azar entre un total de 7.000 participantes.
Hiao Chunwei, una de las afortunadas que pudo ‘no volar’ a bordo de un A330 de la aerolínea China Airlines junto a su hijo pequeño contó a CNN que se sentía «un poco deprimida» por no ir a ningún sitio este verano. «Por eso, será un buen recuerdo para nosotros», añadió.
Recibimiento en la capital taiwanesa.TAIPEI SONGSHAN AIRPORT
La convocatoria se repetirá dos veces más ante el éxito que ha tenido. No solo pretende reducir las ansias de los viajeros más desesperados, sino también dar a conocer las nuevas instalaciones del aeropuerto, que justo en marzo pensaba inaugurar para celebrar su 70 aniversario. El coronavirus se puso de por medio y por eso ahora se han lanzado a mostrarlas de una forma tan inédita.
Además, también tiene su lado didáctico, ya que a los seleccionados se les enseñan las medidas de seguridad que se guardan en los aeropuertos de la mano de los empleados de la citada aerolínea, que les acompañan en una visita guiada por el complejo aeroportuario.
La tripulación dando indicaciones.TAIPEI SONGSHAN AIRPORT
Eso sí, deben guardar en todo momento la distancia social y no quitarse nunca la mascarilla. «Se les explica los grandes esfuerzos que está haciendo el aeropuerto en materia de seguridad, limpieza e higiene«, señaló Ting Hsu, miembro del departamento de planificación del Songshan.
La experiencia total tiene medio día de duración. Lo único que no incluye (aparte de volar, claro) es la comida a bordo, que se sustituye por una invitación a cenar en alguno de los restaurantes del aeropuerto Songshan. Con el estómago lleno, uno coge su pasaporte y su maleta… y de
