El turismo inició hace apenas un mes una lenta reactivación tras la parálisis total negocio del estado de alarma. El fin de las restricciones a la movilidad dentro del país y la reapertura de las fronteras con Europa alumbraron a finales de junio el relanzamiento del sector tras tres meses de parón forzoso. La recuperación esperada, que ya era modesta para una temporada alta muy lejos de ser tal, ha empezado ya a truncarse.
Tras un par de semanas en que las reservas de los españoles marchaban a buen ritmo y la de los viajeros internacionales avanzaban, muy tímidamente pero avanzaban, la sucesión de rebrotes de Covid por toda España (ya se acercan a los 300) y el cada vez mayor número de contagios (en torno a 17.000 en apenas quince días) han provocado un frenazo de las ventas recién estrenadas y también una ola de cancelaciones, según confirman fuentes del sector hotelero y de las agencias de viajes.
El parón se reconoce desde el propio Gobierno. La ministra de Turismo, Reyes Maroto, admitía esta semana la preocupación porque se “estaban produciendo cancelaciones en algunos destinos turísticos debido a los rebrotes”. Desde el Ejecutivo se subraya la responsabilidad con que todo el sector turístico está aplicando los protocolos de seguridad sanitaria y se desliza la importancia de que ninguno de los rebrotes detectados está directamente vinculado a la actividad turística. Pero no está siendo suficiente para evitar la marcha atrás en la reactivación del sector.
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“En algunos destinos las noticias de los rebrotes o el anuncio de medidas de seguridad sanitaria más duras han hecho que se hundan las reservas y se disparen las cancelaciones en apenas 48 horas”, alerta José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, un lobby que agrupa a una treintena de las mayores empresas turísticas españolas (Meliá, Iberia, Globalia, NH, Iberostar, Riu o Renfe).
La seguridad sanitaria, por encima de todo. Las medidas de seguridad prevalecen frente a las económicas», dice la patronal hotelera
“Los rebrotes, el uso obligatorio de mascarillas en todo momento, las noticias sobre posibles confinamientos, sobre la posibilidad de cerrar el ocio nocturno… Todo esto hace que crezca el miedo a viajar. Nos hemos cargado la imagen de seguridad que estaba consiguiendo el sector”, se queja Zoreda. El sector turístico se topa con el evidente efecto disuasorio para viajar que genera la aparición de rebrotes de contagios por todo el país, pero también alerta del impacto en su negocio de las propias medidas que se plantean para evitar esos mismos rebrotes.
El uso obligatorio de mascarilla en todo momento en todas las comunidades menos Madrid (incluso también en la playa en algunas regiones), el regreso en algunos municipios a las mismas restricciones que se imponían en diferentes fases del estado de alarma, la petición a la ciudadanía de confinamientos domiciliarios en Barcelona y Lleida, administraciones ordenando ya el cierre de los locales nocturnos y de discotecas… «Por ejemplo, si finalmente se decide el cierre de Barcelona, se acaba el turismo en España en los próximos tres meses. Cerrar un destino turístico icónico como Barcelona sería una señal de alerta roja para todo el turismo internacional”, apunta el vicepresidente de Exceltur.
Reino Unido, Francia, Bélgica o Noruega aplican restricciones a los viajes a España o piden evitarlos
Este verano la potencia del sol y playa, acostumbrada a recibir decenas de millones turistas internacionales en los meses estivales, se iba a tener que conformar muy mayoritariamente sólo con atraer a clientes nacionales. Ya iba a ser complicada captar flujos masivos de viajeros extranjeros con las fronteras recién reabiertas y con la confianza tambaleante aún, los rebrotes pueden ser la puntilla para la demanda internacional
Reino Unido ha decidido reimponer las cuarentenas obligatorias de dos semanas a los viajeros procedentes de España, lo que ha provocado ya que el gigante turístico TUI haya decidido ya suspender todos los vuelos con cualquier destino español. Y también Francia ha recomendado «vivamente» a sus ciudadanos no viajar a Cataluña por su situación sanitaria; Bélgica ha prohibido los traslados a Lleida y Huesca y recomienda no ir a País Vasco, Navarra, Aragón, La Rioja, Cataluña y Extremadura; Noruega ha establecido una cuarentena forzosa de 10 días a los viajeros procedentes de España…
“Los rebrotes están afectando al sector frenando las reservas y con cancelaciones de las reservas que ya se habían efectuado, están haciendo que la demanda empiece a desaparecer”, apunta Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat). “Las medidas de control de las comunidades autónomas tienen impacto en el sector, pero hay que ser responsable y acatar todas las normas para dar confianza. Las medidas de seguridad tienen que prevalecer frente a las medidas económicas. La seguridad sanitaria tiene que estar por encima de todo”, sentencia el máximo responsable de la patronal hotelera nacional.
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Las empresas turísticas se enfrentan al enorme problema que supone no tener visibilidad sobre cómo evolucionará el negocio, con la imposibilidad de planificar las próximas semanas por las reservas de último momento y por las crecientes cancelaciones. Los clientes optan de manera masiva por las reservas de muy última hora, a la espera de cerciorarse de la evolución de los contagios y de las medidas que se adoptan para frenarlos. Además, las compañías han flexibilizado al máximo su política de reservas para animar la demanda y dar confianza al cliente, así que no penalizan las cancelaciones, lo que provoca una extrema volatilidad en el negocio.
«Si se decide el cierre de Barcelona, se acaba el turismo en España en tres meses», alerta Exceltur
Los expectativas que manejaban los grandes del sector hotelero hasta hace unas semanas pasaban por conseguir salvar los muebles este verano con en torno a un 50% de ocupación media de plazas en todo el país (y eso que sólo están operativos poco más de un tercio de los hoteles) y perder también la mitad de los ingresos en relación al verano pasado. Según varias fuentes hoteleras, las previsiones que contempla el sector están empeorando y se esperan ocupaciones de apenas un 30% y una caída de entre el 60 y el 70% de la facturación.
En Baleares está operativa apenas un 40% de la planta hotelera, en Canarias se aspira con optimismo a que la mitad de hoteles funcionen en agosto, en la Costa del Sol ha abierto en torno a un tercio de los establecimientos, en la icónica Benidorm funcionan un 30% de los hoteles… “Los rebrotes están provocando que hoteleros que tenían previsto abrir en las próximas semanas ahora se lo estén pensando mejor. Y algunos hoteles que ahora están abiertos lo que se están pensando es cerrar de nuevo”, alerta el presidente de la patronal Cehat.
“Los rebrotes nos están haciendo tocar tierra otra vez, y si cabe ahora de forma más grave”, apuntaba esta semana José Luis Yzuel, presidente de la patronal Hostelería de España. Las estimaciones que maneja el sector hostelero auguran un desastre: con una caída de la mitad de la facturación anual, hasta los 67.000 millones de euros; con el cierre de 65.000 locales este año, una quinta parte del total (que puede ser 85.000 si la situación sanitaria se agrava) y con en torno a un millón de empleos perdidos.
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«Se van a confirmar los peores augurios. Estamos viviendo los rebrotes de forma más dolorosa por las medidas desiguales que se están adoptando y por los mensajes contradictorios que se están dando. Estamos en una situación grave y por la falta de concreción de medidas hace que estemos muy preocupados y nos encontremos en una situación muy delicada», explicó el presidente de la patronal de hosteleros en un encuentro con la prensa.
El sector aéreo también inició a finales de junio su relanzamiento particular retomando entre finales de junio y principios de julio los vuelos dentro España y activando las conexiones con Europa (las rutas intercontinentales aún están a la espera de que se levanten las restricciones). “La reactivación está siendo tímida y lenta. La recuperación de la oferta de vuelos de las compañías se está comportando mejor que la demanda de los pasajeros”, reconocen fuentes del sector aéreo al tanto de la evolución del negocio.
Los aeropuertos españoles llevan semanas elevando de manera sostenida su actividad tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad. La red de Aena ha pasado de operar una media de entre 200 y 300 vuelos diarios a comienzos de mayo, a 400 a principios de junio y a más de 1.000 a finales del mes pasado, según datos del gestor aeroportuario controlado por el Estado.
Los rebrotes hacen que hoteles que iban abrir se lo estén pensando mejor y que algunos abiertos valoren cerrar», señala Cehat
A principios de julio el tráfico ya se situaba en más de 2.000 operaciones diarias, quintuplicando los registros en un mes y duplicándolo en apenas un par semanas. Sin embargo, esos 2.000 vuelos por jornada con que los aeropuertos han iniciado la anómala temporada alta de verano representan apenas una cuarta parte del tráfico que España registró en julio del año pasado, cuando se superaron los 7.700 vuelos diarios de media durante ese mismo mes.
“Las operaciones están a niveles del 40% en relación al año pasado, pero la ocupación de los aviones es mucho menor y los pasajeros en los aeropuertos están al 20%”, explicaba hace unos días Maurici Lucena, presidente de Aena, en unas jornadas sobre la recuperación del turismo. “La idea es que, si los rebrotes no se agudizan, estos porcentajes vayan mejorando”. Si los rebrotes no se agudizan… “Hasta que no exista vacuna o tratamiento es una quimera pensar en recuperar los volúmenes anteriores a la pandemia”, indicaba el máximo ejecutivo de la red de aeropuerto.
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El turismo afronta este año una auténtica debacle económica. El sector es con mucho el que más directamente ha sufrido las consecuencias del parón económico por el estado de alarma entre marzo y junio. Durante ese tiempo, el sector ya acumuló pérdidas de actividad (medidas en términos de PIB turístico) de 43.460 millones de euros y 1,4 millones de empleos afectados (1,1 millones acogidos a ERTE y 300.000 despidos), según datos de Exceltur. Las previsiones de las grandes del sector es que las pérdidas sean de otros 40.000 millones más hasta final de año y con 725.000 empleos afectados en diciembre.
Las estimaciones de Exceltur –anticipan que las pérdidas en la actividad serán de 83.134 millones de euros en el conjunto de 2020, un desplome que dejará a la locomotora económica del país un 54% por debajo de los niveles del año pasado. El turismo concentrará así el 57% de la caída del 11,6% del PIB de toda la economía española. Un mes después de la reactivación del sector, sus estimaciones se mantienen. “No hay ningún elemento que justifique mejorar esa previsión una vez iniciada la actividad. De hecho, los rebrotes hacen que las perspectivas en todo caso no sean de mejora”, apunta Zoreda.
Para elaborar sus informes de coyuntura y sus proyecciones macroeconómicas sobre el PIB del turismo, Exceltur realiza una encuesta a cientos de empresas y unas 2.000 unidades de negocio del sector. Durante quince años esas encuestas se han realizado trimestralmente, durante este verano por primera vez el lobby las desarrollará cada dos semanas por la enorme volatilidad del negocio. “La situación cambia cada día. Las empresas no tienen visibilidad de cómo será su actividad más allá de 10 o 15 días”, subrayan desde la asociación, que apunta que los rebrotes no han hecho más que agudizar
“Tenemos una buena oferta turística, el sector se ha preparado y ahora hay que conseguir que haya demanda. Hay que recuperar la confianza para que haya un volumen suficiente de turistas”, apuntaba con voluntarismo la ministra Maroto esta semana. “El volumen de turistas no será el del año pasado, pero debe ser suficiente para aguantar este año y relanzar el sector en 2021”. Desde el sector se advierte de que aguantar puede ser una aspiración optimista.