ELLIS PÉREZ@EllisPerezSr
Se desarrolló una gran expectativa sobre quien sería la persona elegida por el Presidente Electo Luis Abinader para ocupar la posición de Ministro de Turismo en su nuevo gobierno. Varios creadores de opinión reclamaban que fuera una persona entendida en la materia, teniendo en cuenta que ya arrastrábamos una baja en nuestro turismo desde el año pasado por los señalamientos de baja seguridad y la situación negativa de carácter especial que nos envuelve este año con la aparición del coronavirus Covid-19. La selección recayó sobre el joven y destacado político David Collado, quien tiene una licenciatura en turismo y lideró durante cuatro años la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados. El Presidente Electo, también nombró tres viceministras que obviamente les fueron recomendadas por el señalado próximo titular, ya que estuvieron acompañándolo en su reciente labor en el Ayuntamiento del Distrito Nacional. Las tres muestran currículos impecables. Casi inmediatamente después, el Presidente Electo Abinader, señaló al destacado profesional del sector turístico-hotelero dominicano Joel Santos, pasado presidente de Asonahores, como su asesor en materia de turismo, señalando que él mismo, el presidente de la República, que ha sido hotelero, presidiría lo que sería el Gabinete Turístico. Por la forma en que hizo este señalamiento se puede entender que el nuevo Asesor de Turismo del Presidente podrá contar con la cercanía de los oídos del mismo.
El próximo Ministro de Turismo ya informó, que el exitoso y reconocido empresario turístico-hotelero Rafael (Papo) Blanco Canto, será su asesor en el Ministerio. Este Gabinete de Turismo luce formidable para llevar a cabo la tarea de rescate del turismo dominicano. Ese trabajo que tenemos por delante no será fácil. Los mercados emisores de turistas se mantendrán recelosos por un tiempo indefinible, por la presencia del virus y las malignidades que éste provoca. Habrá que estar ojo avizor y en capacidad de aclarar y responder por todas las vías de comunicaciones disponibles hoy en día, para poder asegurar a nuestros potenciales visitantes que nuestro destino es confiable y plenamente disfrutable. Por ejemplo, he visto en días recientes, en diferentes medios internacionales, la noticia de que nuestras playas y balnearios han sido cerrados por el aumento de la presencia del Covid-19. No he visto ningún señalamiento o aclaración de que esa medida no afecta las áreas hoteleras que son las utilizadas por los turistas.
