Mientras algunos escenarios donde la pandemia emergió primero se activan, el turismo se encuentra en una etapa de urgente necesidad de retomar esquemas previos porque de ello depende, ya no sólo la industria en sí misma, sino la supervivencia que un mundo entrelazado a supuesto para todos.
Mientras algunos escenarios donde la pandemia emergió primero se activan, el turismo se encuentra en una etapa de urgente necesidad de retomar esquemas previos porque de ello depende, ya no sólo la industria en sí misma, sino la supervivencia que un mundo entrelazado a supuesto para todos.
El concepto se conoce como “burbuja del complejo”, y permitiría a los visitantes deambular por las tres islas hawaianas, Maui, Kauai y la Isla Grande, más allá de sus habitaciones de hotel, siempre y cuando permanezcan dentro de una “cerca geológica”, o dentro de los límites de la propiedad donde se hospedan. El plan, que aún es tentativo, estaría en vigencia para resorts seleccionados, según el director gerente del condado de Hawái, Roy Takemoto.
Las autoridades hawaianas usarían tecnología de rastreo para garantizar que los turistas no abandonen sus centros turísticos, según un informe de Associated Press. “Se les permitiría quedarse en resorts seleccionados y los resorts controlarían dónde se les permitiría a los visitantes ubicarse”, dijo Takemoto a los concejales de la ciudad, sobre el posible plan de turismo.
Según la Autoridad de Turismo de Hawái, actualmente se les exige a los turistas y residentes del estado que visitan desde fuera del archipiélago volcánico que se pongan en cuarentena durante 14 días después de su llegada.
El plan de “burbuja turística” que se está considerando permitiría a los visitantes que están en su período de cuarentena abandonar los confines de sus habitaciones de hotel y, al menos, disfrutar del aire fresco (Shutterstock)
Los funcionarios del condado y las autoridades de turismo actualmente tienen más preguntas que respuestas, principalmente porque el sistema depende de que los turistas se dejen monitorear en todo momento, informó West Hawaii Today. También hay preguntas sobre cuánto espacio podría dedicar un resort a estas personas y cómo se manejarían las comodidades como restaurantes, tiendas y piscinas.
Al mismo tiempo, están trabajando en un plan que requeriría que los turistas se realicen pruebas de coronavirus 72 horas antes de viajar y esperan implementarlo antes del 1 de septiembre. Takemoto asegura que muchos casos de coronavirus de Isla Grande, a excepción de un grupo en el Hospital Comunitario de Kona, han sido de viajeros. Las autoridades esperan que el concepto ayude a revitalizar de manera lenta y segura la industria turística y hotelera de Hawái.
Dicho esto, el plan de “burbuja turística”, inicialmente programado para comenzar el 1 de agosto pero retrasado ya que en otros lugares de los Estados Unidos se observaba un aumento en los casos de COVID-19, permitiría a los visitantes que están en su período de cuarentena abandonar los confines de sus habitaciones de hotel y, al menos, disfrutar del aire fresco.
El gobierno de Hawái fue más allá de las órdenes de confinamiento y prácticamente apagó el motor económico del estado, la industria turística, en un intento por frenar el número de infecciones (Shutterstock)
A comienzos de este año, el gobierno de Hawái fue más allá de las órdenes de confinamiento y prácticamente apagó el motor económico del estado, la industria turística, en un intento por frenar el número de infecciones. En marzo, el gobernador ordenó que todas las personas que lleguen al estado sean puestas en cuarentena obligatoria de 14 días, dentro de los esfuerzos para combatir la propagación del coronavirus. La medida abarcaba a los habitantes que regresen así como a turistas.
“Necesitamos unirnos como comunidad para combatir este virus. Esta orden es la primera de su tipo en la nación. Queremos que esta medida envíe un mensaje a turistas y habitantes por igual de que apreciamos su amor por Hawái pero pedimos que pospongan sus visitas”, sostuvo el gobernador David Ige en conferencia de prensa en el capitolio estatal.
La medida sin precedentes redujo drásticamente el número de personas en las playas, parques y caminos rurales de la ciudad y la posibilidad de verse obligados a permanecer en una habitación de hotel por 14 días durante las vacaciones de hecho puso fin al flujo diario de turistas.