urismo de venganza: dícese de la necesidad de viajar como animales, a lo bestia y de forma exacerbada después de una época en la que ha sido imposible hacerlo, ya sea por motivos personales (enfermedades, carencias económicas, obligación de cuidar a otras personas como hijos pequeños o padres mayores…) o ajenos. Un ejemplo claro dentro de estos últimos: la crisis mundial del coronavirus que estamos atravesando.
La tendencia viajera viene avalada por diferentes estudios de origen anglosajón, cuyo término utilizado para definirla es revenge travel o revenge rate. El fenómeno ya se ha analizado en psicología con otros campos de estudio como las compras compulsivas como una forma de autoindulgencia ante situaciones complicadas o extremas. Es decir, me doy un capricho porque me lo merezco después de haberlo pasado mal por los motivos que sean. Y ahora ataca con fuerza el sector del turismo.
El primer lugar donde se ha podido comprobar este ansia viajera, como bien podría traducirse, es China, el mismo en el que nació el feroz virus. Allí, tras finalizar la etapa más dura del confinamiento, las reservas hoteleras y de vuelos para viajar dentro el país (antes de poder salir al extranjero) aumentaron un 1.500%. No parece valerles con eso, ya que los habitantes del gigante asiático están deseando que se abran las fronteras para lanzarse como locos al turismo internacional.
Eso sí, una de las condiciones indispensables es que esos lugares sean seguros y hayan sabido lidiar positivamente con la pandemia. Los primeros destinos que visitarán, por tanto, serán los del entorno Asia-Pacífico como Nueva Zelanda, el primer país del mundo que ha declarado estar libre de Covid-19, Australia, Japón, Singapur, Corea del Sur y Tailandia. Luego vendrá Europa, aunque España no se encuentra entre los países favoritos de los turistas chinos. Prefieren viajar a Reino Unido, Italia o Francia.
Recepcionistas con mascarilla en un hotel asiático.SHUTTERSTOCK
Bien lo sabe Antonio Teijeiro, delegado en China de la Asociación Española de Directores de Hoteles (AEDH), además de fundador de la consultora China Hotel Solutions, quien habló del turismo de venganza en un encuentro con profesionales del sector. «Siempre que la situación económica de cada uno lo permita, todos sentimos del deseo de, en cuanto podamos viajar, hacerlo como animales«.
El ejemplo de China dento del turismo de venganza también se analiza en el estudio El camino de vuelta: lo que el mundo puede aprender del restablecimiento del turismo en China tras la Covid-19 realizado por la consultora estadounidense McKinsey & Company. En él se dice que el turismo interior será lo primero que se revitalice, luego viajaramos a los destinos cercanos que consideremos más seguros y, más tarde, los internacionales.
También deja claro el informe que los jóvenes son quienes más ganas de viajar como animales tienen. El estudio indica, además, que los destinos al aire libre y en plena naturaleza serán los que más adeptos tengan este verano al ser más fácil establecer el distanciamiento social al que obliga el coronavirus.
Un pasajero contempla un avión en la terminal.SHUTTERSTOCK
Otros informes como el de The Harris Poll, una encuesta de reputación de marca en Estados Unidos, ponen de manifiesto que el turismo de venganza cobra más fuerza en países con renta per cápita más alta. No en vano, se ha visto que los estados con más alto poder adquisitivo de EEUU tenían más interés en viajar (aunque sea dentro del país) y «cambiar de escenario» después de tanto tiempo encerrados en casa. Otro ejemplo de turismo de venganza en Estados Unidos: las reservas para realizar un crucero en 2021 (este año no podrá ser…) están batiendo todos los récords.
El ejemplo de China de viajar sin medida se ha seguido ya en Singapur, multiplicando las reservas para quedarse dentro del país. En lugares como Nueva Zelanda o Italia están promocionando el turismo interior desde el propio Gobierno con propuestas que van desde la reducción de la semana laboral a cuatro días para poder moverse más por el país a bonos vacaciones de hasta 500 euros financiados por el Estado para que las familias no salgan de sus fronteras este verano.
Los viajes en autocaravana aumentarán este verano.SHUTTERSTOCK
En España también se está apostando por el turismo local desde que se permitió el movimiento entre regiones el pasado 21 de junio. De momento, nuestro país ya figura como el que más reservas hoteleras del mundo tiene para el verano, por delante de Estados Unidos, Portugal, Italia y Francia. Lo dice la plataforma digital Travelgate, con sede en Palma de Mallorca, tras analizar más de 20.000 reservas y 3.000 millones de búsquedas diarias en Internet.
Además, las reservas de turismo rural se han incrementado en un 122% desde que salimos del confinamiento, situándose como la tendencia viajera que más quieren seguir lo españoles este año, por delante de la de sol y playa, según la consultora DNA Ocio y Turismo. También han registrado más interés que nunca los campings, con un aumento en las reservas del 70% para el verano. Muchas de ellas proceden, además, de personas que no han visitado una de estas instalaciones en su vida, de acuerdo a los datos que maneja la Federación Española de Campings.