Cozumel, joya de la corona del turismo caribeño en México, luce estos días desolada. La isla, que antes de la pandemia de coronavirus recibía siete cruceros al día en temporada alta, con un promedio de 21.000 visitantes, ahora apenas ve a extranjeros tomando el sol en sus playas.
Es el escenario que refleja la devastación causada por la pandemia en la industria de turismo: El número de turistas que llegaron a México por vía aérea cayó un 57,5 % entre enero y julio, según datos de la Secretaría de Turismo (Sectur).
“La gente de Cozumel está desesperada”, afirma Emilio Vega Rueda, propietario de un Hard Rock Café en la isla. “Una caída del 57% es terrible, pero en mercados locales como este el impacto es mucho peor”, agrega el empresario.