Los datos que se ofrecen sobre cualquier actividad humana son insumos que procesan los agentes económicos y sociales para tomar decisiones. Una sequía, por ejemplo, baja o sube los productos del campo afectados por ese fenómeno.
Lo mismo pasa con los datos sobre el COVID-19, para citar otro ejemplo. Un dato impreciso o mal manejado, puede motivar a los agentes turísticos a tomar decisiones de enviar o no enviar visitantes a nuestros hoteles de vacaciones.
El turismo para la República Dominicana es un producto de alto sentido estratégico, pues de su éxito dependen no solo los ingresos estatales y el desarrollo de puntos turísticos, sino los empleos en hoteles, restaurantes, servicios de transporte, artesanías y todo el personal que se mueve alrededor de esta industria, como también y de manera capital, la agricultura y la agroindustria dominicana y todos los empleos que genera, pues el país exporta cientos de millones de pesos en la comida y las bebidas que consumen los turistas mientras están entre nosotros.
Hay que manejar las cifras con sumo cuidado. Hay mucho en juego.