Por años y sin éxito, las autoridades políticas y turísticas de Samaná han alzado su voz para exigir la revisión del contrato del peaje de la carretera Santo Domingo-Samaná, que sigue siendo en la actualidad uno de los principales obstáculos para el desarrollo turístico de esa provincia.
Pese a las quejas de diversos sectores las tarifas de ese funesto peaje se mantienen por las nubes, limitando el turismo interno y evitando que uno de los polos del país con más potencial para atraer turistas, no pueda despegar con toda su fuerza. Lejos de perder la esperanza, las autoridades samanenses vuelven a manifestar su malestar por un peaje que tal como han dicho: “Daña el turismo”.
Ahora con la nueva administración que encabeza Luis Abinader, se espera que se ponga fin a la inercia y la falta de voluntad para revisar el contrato de un peaje por el que además el Estado ha tenido que pagar sumas millonarias en los últimos años. Es decir que se trata de un verdadero ‘elefante blanco’, un atraso para la economía y el avance del país.
Ojalá y finalmente se escuche la voz de quienes anhelan ver florecer el turismo de Samaná, generando así mayor fuente de empleos en una zona que tiene en la industria turística una gran dependencia para su impulso económico.