La industria de los cruceros, que anualmente se calcula que genera unos 45.6 mil millones de dólares y transporta 26 millones de personas cada doce meses, de acuerdo con la publicación especializada Cruise Market Watch, se encuentra prácticamente paralizada desde que comenzara la pandemia del COVID-19.
En Europa retomaron actividades en el verano boreal de manera muy limitada y ahora están intentando retomar las actividades en Estados Unidos. Para una ciudad como Miami, este no es un hecho menor, puesto que esta industria es el principal empleador de la zona.
Hoy, el grupo Royal Caribbean junto a Norwegian Cruise Line Holdings (los dos mayores conglomerados de cruceros en el mundo) presentaron un proyecto al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) con el nuevo protocolo para retomar la actividad en la industria de manera segura. Por reglas federales de los Estados Unidos había tiempo hasta hoy para presentar los proyectos que, una vez aprobados por el CDC, pasarán a ser la norma. Se espera que no haya cambios a este proyecto ya que fue un acuerdo entre los dos jugadores principales de la industria que implica métodos exhaustivos de prevención.
¿Cuáles serán las nuevas normas para viajar en cruceros?
Son 74 las recomendaciones presentadas, entre las que se destacan:
–Más médicos a bordo para que, en caso de un brote, haya atención inmediata.
-Todos los pasajeros deben presentar un resultado negativo en la prueba de COVID-19 realizado entre 5 días y 24 horas antes de subirse al crucero.
–Los trabajadores del barco deberán tomar la prueba del COVID-19 en sus países de origen antes de llegar al destino en el que se embarcarán. Una vez en destino, tendrán que realizar una cuarentena obligatoria de siete días, repetir la prueba del COVID-19 y, si esta vuelve a ser negativa, recién ahí podrán embarcarse.
-La temperatura se le tomará a pasajeros y empleados a diario. Cada día se dará una insignia de un color diferente para indicar que ese día esa persona fue controlada y se encuentra en buen estado de salud.
EFE/EPA/ALEXANDROS VLACHOS
-Los sistemas de filtración de aire en los barcos deben ser actualizados para que cumplan con las reglas de filtros MERV 13, los mismos que se utilizan en los hospitales.
–Las compañías de cruceros sólo harán paradas en los puertos que se comprometan a evacuar y repatriar a quienes resulten positivos de coronavirus a bordo.
-Los miembros de la tripulación, en lo posible, vivirán en habitaciones individuales. Se les limitará la posibilidad de bajarse en los puertos.
–En los puertos de visita, se le permitirá a los pasajeros que hagan excursiones aprobadas por la línea de cruceros solamente, para controlar que sigan los protocolos de COVID-19. En todo momento, en tierra, se le exigirá a los pasajeros que utilicen máscaras y se procurará que sea mínimo el contacto con locales o gente ajena a la excursión. Quienes se nieguen a seguir esta regla no podrán reingresar al crucero.
-A los pasajeros de riesgo, incluidos todos los mayores de 70 años, se les aconsejará tener autorización médica antes de abordar un crucero.
–Quienes se nieguen a aceptar las nuevas normas por escrito, no podrán ingresar a los barcos, así tengan el viaje pago.
El Presidente de Norwegian Cruise Line Holdings, Frank del Río, dijo que es “absolutamente seguro volver a los cruceros (…) no se trata de una sola solución, sino de una sucesión de capas que una sobre la otra hacen que navegar sea seguro”.
Por el momento el CDC tiene en pie una prohibición para que las compañías de cruceros operen en los Estados Unidos que estará vigente hasta, al menos, el 1 de octubre. De todas maneras, ninguna empresa ha manifestado la intención de volver a transportar pasajeros antes del 31 de octubre.
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