Los criollos están respondiendo a las ofertas de los hoteles aún en medio de la crisis sanitaria
La que fuera definida como la “locomotora de la economía dominicana” cumplió cinco meses y medio de agonía, luego de que la pandemia del COVID-19 le asestara un golpe certero en marzo pasado, cuando se cerraron las fronteras y se ordenó la paralización de las actividades sociales y productivas no esenciales como medida para frenar el contagio del nuevo virus.
Golpeado aun, pero en un firme esfuerzo por recuperarse, el sector busca refugio en el turista local.
Con una actividad turística que depende principalmente de los visitantes extranjeros, los hoteleros han tenido que recurrir a los dominicanos, quienes están respondiendo a sus ofertas, de acuerdo con el presidente de la Asociación Dominicana de Agencias de Viajes y Turismo (Adavit), Winston Cruz.
Los hoteles se están llenando básicamente de dominicanos, afirma, aunque aclara que el turismo local no logrará despegar al 100 % hasta el próximo año, debido a que las personas aún necesitan confianza.
“Hay fines de semana donde no hemos podido vender porque el hotel está lleno, pero es relativo. Si el hotel tiene 400 o 500 habitaciones, no está abriendo la totalidad, trabaja con un 50 %”, indica Cruz.
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El sector sufrió una paralización casi completa entre el 19 de marzo y el 30 de junio y reabrió el primero de julio. Entre marzo y agosto de este 2020, la ocupación hotelera fue de apenas un 14.7 %, contrario al 73.5 % que tuvo en el mismo período de 2019, indican cifras oficiales.
“De la parte internacional ha llegado algo (de turistas), pero obviamente, no le da tranquilidad a los hoteleros. El turismo local es de fin de semana y eso no es rentable para nadie, y por esa razón no han abierto por completo. El Gobierno quiere que se abra el primero de octubre, pero se hace cuesta arriba abrir una propiedad para no recibir turistas todos los días”, explica el titular de la Adavit.
El Gobierno decidió reabrir las fronteras aéreas el primero de julio, tras permanecer cerradas desde el 19 de marzo, pero el 82.5 % de los pasajeros que llegaron al país ese mes y en agosto lo hicieron por el aeropuerto de Las Américas y el Cibao, dejando el restante 17.5 % a las terminales de vocación turística: Punta Cana, Puerto Plata y La Romana.
Para el vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores), Andrés Marranzini, es lógico que el aeropuerto de Las Américas, ubicando en Santo Domingo, y el del Cibao, en Santiago, tengan mayor flujo de pasajeros, debido a que la ocupación y demanda de las rutas son más de dominicanos.
Puntualiza que, en los polos turísticos, aún sin grandes números de habitaciones y con mercados cerrados, las rutas aéreas no se activarán.Casi 11,000 habitaciones en operación
Aunque la Asonahores desconoce el número exacto de hoteles abiertos, Marranzini precisa que en julio había 6,000 habitaciones disponibles, cifra que al pasado 15 de septiembre era de cerca de 11,000. Las estadísticas del Banco Central establecen que el país contaba a diciembre de 2019 con 83,041 cuartos hoteleros.
Hasta la fecha, la pandemia del COVID-19 no ha provocado el cierre definitivo de operaciones de alguna de las cadenas hoteleras instaladas en el país, según destaca.
Recientemente, el ejecutivo afirmó que el turismo local estaba siendo la “tabla de salvación” para que las operaciones hoteleras en territorio dominicano pudieran subsistir a la crisis, resaltando que la mayoría de la ocupación que experimenta el sector los fines de semana es gracias a los turistas locales.
Los fines de semana la ocupación hotelera registra “picos” de 25 %, detalla Andrés Marranzini, quien cita algunas diferencias entre el turista local y el extranjero.
El criollo normalmente se hospeda de fin de semana y el no residente lo hace por seis días, promedio, con un gasto superior a los US$100 por día, indica.
En los últimos dos meses, la ocupación de los cuartos vacacionales, en términos promedio, fue de un 19.3 %. Aunque en julio de este 2020 se registró una ocupación de 17.7 %, la misma mejoró en agosto, al ubicarse en 21 %.
No obstante, destinos como Samaná y Juan Dolio llevan cinco meses que no registran cifra alguna de ocupación de los hoteles instalados en su territorio.
Yazmín Rodríguez es una de las dominicanas que decidió hospedarse un fin de semana en uno de los hoteles de la zona este del país y afirma que volvería a visitar a un resort sin problemas, tras manifestar que se siente más cuidada “ahí dentro que aquí afuera”.
Sin embargo, Rodríguez se queja de las limitaciones y restricciones impuestas por el hotel a los huéspedes, como resultado de los protocolos para evitar el contagio del virus.
“La comida no es igual, no se le puede poner la mano a nada en el aérea de comida, solo al plato, ellos te la sirven (la comida), cocinan menos. Todo es muy limitado. No te dan la misma libertad que uno quiere en un resort, hay muchos controles”, critica.Plan de incentivo al turismo local
Como forma de lograr la reactivación del sector, el Gobierno presentó un plan de incentivo, dirigido especialmente para la clase media, que en su primera fase permitirá a familias acceder a préstamos bancarios para vacacionar «en hoteles de clase mundial a un costo muy manejable y con las condiciones adecuadas”.
Durante la presentación, realizada el pasado 23 de septiembre, el presidente Luis Abinader agregaba que «el Plan de turismo interno responsable es la respuesta a la propuesta que ha surgido desde agencias, touroperadores, desde las familias, la banca, los hoteles y el empresariado».
“La banca va a subsidiar a una tasa preferencial y al final el cliente no va a pagar intereses. La idea es que una familia pueda asumir, con 1,500 pesos mensuales, con un financiamiento sin interés a 12 meses, y pueda visitar los hoteles que tiene el país, detallaba a su vez el ministro de Turismo, David Collado.
Indicó que todas las cadenas hoteleras “nos han dado precio de costo, tenemos hoteles cinco estrellas desde 35 y 39 dólares (por noche), con todo incluido”.Volume 90%
Winston Cruz, titular de la Asociación Dominicana de Agencias de Viajes y Turismo, justo plantea la necesidad del financiamiento para que los criollos puedan decidirse por salir a vacacionar, y añade que es una de las medidas que solicitaron a las autoridades.
Entre julio y agosto el país recibió 279,771 pasajeros vía aérea, una cantidad que representa una caída de un 77.6 % con relación a iguales meses de 2019, cuando arribaron a 1,247,995 personas.
Las propiedades para vacacionar están siendo reservadas, principalmente, por personas de clase media y media alta, estas últimas están requiriendo villas, revela Cruz.
“Muchas personas han optado por, en lugar de ir a hoteles, nos solicitan villas, han tenido muy buena aceptación en la pandemia. Desde el mes de junio fueron las primeras en ser vendidas. Los clientes prefirieron irse a una villa que a una habitación de hotel”, añade.
Asimismo, dice que los médicos forman parte de la población que está visitando los hoteles, tras indicar que se le están ofreciendo descuentos extras de hasta un 20 % en algunas cadenas hoteleras.
Protocolos y ventas
El dirigente de las agencias de viajes asegura que los hoteles han implementado sus protocolos para dar tranquilidad a los huéspedes, precisando que a su llegada se les entrega un kit que contiene mascarilla y gel antibacterial.
Informa que han dado instrucciones para que cuando una persona solicite un hotel específico se les envíe los protocolos de éste “para que sepan cómo se está comportando esa propiedad”.
Sobre el sector que dirige, el presidente de la Adavit afirma que muchas agencias han entregado los locales donde operaban para incorporarse al teletrabajo.
“En un mes, en verano, podíamos vender mil millones de pesos, pero con la llegada de la pandemia, en un mes, probablemente se venden 125 millones de pesos”, puntualiza