Inka Mattila, representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en República Dominicana, indicó que el declive causado en el turismo por el Covid-19 representa impactos sustanciales sobre las mipymes, quedando en evidencia las dificultades que enfrentan para adaptarse a los nuevos desafíos.

Señaló que el turismo tiene un componente de informalidad de 50.3%, y emplea a 70.7% de la población en situación de pobreza, por lo que significa una oportunidad, ya que coloca al sector en una posición única para contribuir con la recuperación socioeconómica del país, con un doble dividendo de activación económica y reducción de los impactos en pobreza.

“Asimismo, representa una medida en favor de la igualdad de género, dado que la participación femenina en el turismo también presenta una elevada proporción de informalidad (60.5%) Este punto de inflexión es una oportunidad para transformar el paradigma desde donde se escenifica la recuperación del turismo de cara al futuro”, agregó.

Mattila dijo que el sector, que se ha visto obligado a cambiar sus dinámicas de negocio para garantizar la adaptación a esta nueva realidad, está en la posición perfecta para construir y complementar modelos innovadores de desarrollo basados en la resiliencia.

“Al mirar al futuro, más allá de esta crisis, se plantea la oportunidad de consolidar una cadena de valor que garantice a la República Dominicana como un destino seguro, resiliente y sostenible”, manifestó.

Enfatizó que el país se encuentra ante una oportunidad para potenciar los sectores de la economía vinculados al turismo, contribuyendo al mismo tiempo a la preservación del capital natural, patrimonial y cultural del país, la mejora del capital humano y la contribución a desarrollar los destinos turísticos.

En este sentido, el PNUD se compromete a apoyar al sector abordando dos temas centrales: primero, la conformación de un programa que impulse alianzas para el fortalecimiento del desarrollo humano local en los destinos turísticos, enfocado en vendedores ambulantes y microempresas turísticas, y segundo, ejecutar y promover en articulación con otras agencias del Sistema de Naciones Unidas, iniciativas de género para responder a desigualdades y discriminación hacia las mujeres, factores que inciden en que sean víctimas de violencia, y no les permiten participar activamente en la vida productiva y desarrollar su autonomía económica.

La representante del PNUD se refirio en estos términos durante la firma de un acuerdo de colaboración con el Mitur, Asonahores, DNCD y Cestur, donde además dijo que con la firma del convenio, colocan el foco en la inclusión y la igualdad: poniendo al centro a las mujeres y los grupos proporcionalmente más afectados.

“Confiamos en que este convenio puede transcender más allá de su objetivo inicial, fortaleciendo el valor turístico de la República Dominicana con un enfoque de desarrollo sostenible, sin dejar a nadie atrás”, manifestó.