La crisis económica, provocada por la emergencia sanitaria, ocasionó que la nueva administración postergue los proyectos mencionados durante la campaña y se concentre en la reactivación del motor productivo nacional, en el cual solo se han reincorporado alrededor de 100 mil empleados desde que se produjeron las primeras suspensiones.
En el caso del turismo, un sector en el que el Gobierno ha puesto mucho empeño para su reactivación, solo se han integrado 5,325 trabajadores sin incluir el sector de bares y restaurantes, conforme a los datos ofrecidos por Juan Estévez, viceministro de la Seguridad Social y Prevención de Riesgos Laborales.
Según avancen los meses, confían en que se multiplique la vuelta al trabajo de estos empleados, puesto que considera que el éxito de este renglón depende de la condición de los países emisores de vacacionistas.
En tanto, el ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, manifestó que cuando la República Dominicana pase la página, el presidente Luis Abinader se concentrará en el impulso y creación de 600 mil nuevos empleos con la ejecución de varios proyectos.
Uno de los programas en los que el Gobierno pondrá mucho énfasis, según indica el funcionario, es en la normalización y adecuación de los empleos en sectores en los que, por tradición, hay un nivel alto de informalidad y presencia de mano de obra extranjera, como el agrícola y el de la construcción.
Agregó que la visión que se tiene es lograr la capacitación del trabajador dominicano para que pueda ocupar los espacios en esos renglones.
“El presidente de la República ha sido claro con el empleo y la mano de obra para los dominicanos”, sostuvó.
De Camps dice que se contempla crear unos planes pilotos, que no solo garanticen la presencia del colaborador criollo, sino también su capacitación técnica y el acceso a los insumos tecnológicos para que se generen más ingresos en favor de esos trabajadores. “No es solamente la creación de empleos, es la formalización de empleos”, precisó.
Manifestó que el Gobierno se encuentra concentrado en la competitividad, puesto que aquí se bajan las barreras de formalización del empleo y a la vez se crean otras oportunidades.
De Camps puntualizó que más de 50 % de la fuerza laboral de República Dominicana es informal, según Diario Libre.